La juventud de Jamie Cullum apasiona en Vitoria
Pletórico, el pianista y cantante ha tocado todos los estilos del jazz y de lo que no es jazz en un concierto brillante y divertido
Vitoria (norte de España) se ha apasionado en la cuarta jornada del festival de jazz con la juventud arrolladora de un Jamie Cullum pletórico que ha tocado todos los estilos del jazz y también de lo que no es jazz en un concierto brillante y divertido, precedido por el dúo formado por Dave Holland y Kenny Barron.
Cullum ha empezado con un blues, añadiendo a su piano el brillo del saxo de Tom Richards y la trompeta de Roy Simmons, pero enseguida se ha levantado del piano para tocar una canción pop con una caja de batería, a ritmo con el resto de los músicos. Pura percusión para después acercarse a un teclado electrónico y aportar otros sonidos.
Una parte importante de su carisma y su interés en el escenario para el público consiste en eso, en que es una caja de sorpresas. No resulta especialmente brillante al piano, tampoco es un virtuoso con la voz, aunque sí es un gran cantante. Pero tiene una gran capacidad para asumir como propio todo lo que toca sin ser, ni mucho menos, un perfeccionista.
Su actitud en el escenario es tan distinta de lo habitual en un festival de este tipo, que sorprende y conmueve. Baila, canta, salta, pero también se concentra en los momentos más melódicos, en las partes líricas de las canciones, y suena como un cañón.
Su presencia en el festival de Vitoria este año ha sido decisión propia, así que era de esperar que desplegara grandes dosis de esa pasión por la música, la música en general, que parece ser lo que más le define.
Este público, que le adora desde hace ya mucho tiempo, ha reaccionado inmediatamente buscando la complicidad y mostrando que, poco a poco, se ha ido aprendiendo su repertorio y está dispuesto a cantarlo con él cuando él quiera. Por supuesto.
Muy diferente ha sido la primera parte de la velada protagonizada por Kenny Barron y Dave Holland. Holland y Barron son dos músicos históricos, dos amigos que grabaron en 2014 "The Art of Conversation", un disco de estudio en el que interpretaban melodías propias junto a versiones de clásicos como Monk of Strayhorn.
Este festival les ha animado a juntarse para este concierto, en fechas en las que normalmente estarían girando con sus grupos respectivos. Finalmente otros eventos europeos de verano han aprovechado la ocasión que, en principio, iba a ser una exclusiva mundial.
Ambos llevan décadas moviéndose entre el post-bop, el straight-ahead y el jazz de vanguardia, y han tocado con los más grandes, desde Miles Davis hasta Stan Getz o Chet Baker, así que hoy se les puede considerar unos clásicos del género.
El recinto estaba, ya desde el principio, tan abarrotado que ha sido complicado para el público concentrarse en la música durante, al menos, el primer cuarto de hora. Pero poco a poco el piano de Barron y el contrabajo de Holland se han ido imponiendo al tiempo que mantenían esa conversación constante que caracteriza sus actuaciones como dúo.
Mañana sábado, esta 40 edición del festival se despedirá con otro concierto doble. Sobre el escenario estarán Cécile McLorin Salvant, una joven vocalista que muchos habituales recuerdan por su actuación en 2013 junto a Jacky Terrasson y Pat Metheny, otro gran amigo de Vitoria, tocando a dúo con Ron Carter.