El Hinchapelota de Vera Luque

Cádiz

José Antonio Vera Luque, conocido autor de Carnaval, nos deja su opinión todos los jueves en SER Deportivos Cádiz en su sección llamada "El Hinchapelota"

Nunca. Jamás. En la vida nos debe faltar ese futbolista. Toda plantilla contiene a ese jugador que llega con buen cartel, como una moto más que bien vendida por vaya usted a saber qué representante engominado e inteligente hasta el punto de ser candidato al Premio Nobel del engaño. Después ese chaval de buena planta, de nombre artístico peculiar, internacional con su país, aunque sólo fuera en la Sub 21, aspirante a ídolo de la afición, comienza a dar cambayás en el campo, fallar balones claros, salir por peteneras, y de posible ídolo pasa a ser carne de cuplé. Termina sus días como cadista saliendo por la puerta trasera y emigrando a cualquier otro equipo de cualquier otra liga, chipriota, polaca o australiana, en donde se destapa como buen futbolista, sin alardear, y lo que es aquí, pasa a la lista negra de, como bien definía mi compi Felix Sánchez del Río, los que vinieron a comerse el pescaíto frito. Mejor no puede definirse. Vinieron, se comieron su cartucho de adobo, y se fueron. La lista es larga: en los años gloriosos de Primera recordarán a Sánchez Pose,Jordao, Macedo…la lista continuó con Mario Véner, Filipe, Ljubojevic y los más recientes como Atiba Harris, Samba,Jonathan Ramis, Bangoura, Bogunovic, o aquel irlandés cuyo nombre no quiero ni logro acordarme, que la memoria no me da para más, oiga.

Este año, creo que ya se imaginan quien es el futbolista de la plantilla que está primero en la cola del freidor. Se lo ha ganado. Y además cumple con casi todos los requisitos. Nombre artístico contundente: Eddie Silvestre. Internacional con Azerbaiyán. Buena planta. Se le presupone buen toque de balón en alguna que otra acción aislada. Pero…una continua apariencia de desidia en el campo que no compensa con una actuación individual técnicamente brillante, más bien falla más que acierta, le ha llevado a ganarse el puesto de antihéroe de la afición, hasta el punto que el hincha amarillo celebra que le saquen tarjeta roja, o que se pierda un partido por irse a Azerbaiyán, a ver si mete a la selección de allí en el Mundial. Si a esto le sumamos un par de recientes rumores de naturaleza golfa, que de momento son sólo eso…rumores, pero que la existencia de los mismos mosquea ya de por sí al personal, no hay mucho más que hablar.

Como bien dicen los antiguos, es menester de que el chaval se enmiende. El espíritu del adobo ya lo está poseyendo. Está a tiempo de escapar. A todo el mundo nos alegraría. Tampoco pasa nada por tirar a la basura un cuplé".