Ariel Rot, cómo hemos cambiado
Mucho gas le queda a este experimentado rockero que vuelve ahora con un nuevo trabajo
Fuenlabrada
Ariel Rot vuelve a las casas de discos y lo hace con un regreso al rock clásico, al de guitarra, bajo, batería y teclado. Acaba de presentarnos ‘La manada’, un álbum lleno de buenos fraseos de guitarra aunque no por ello veloz, un trabajo pausado cuyo primer ejemplo ha sido este ‘Solamente adiós’. Tras casi 40 años de carrera a sus espaldas, vamos a echar un poco la vista atrás.
Ariel Rot, cómo hemos cambiado
09:39
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1474961753_034333/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
En 1978 la cultura rockera en España, aunque tenía buenos ejemplos, no era especialmente abundante. Ahí nacieron los Tequila, un grupo hispano-argentino con Ariel Rot y Alejo Stivel como principales caras. Inspirados en los Rolling Stones pero mucho más juveniles, publicaron temas como este ‘Rock and Roll en la plaza del pueblo’, aunque acabaron después con problemas de droga. Se separaron en 1983 y al año siguiente Rot abre una pequeña etapa en solitario con dos discos. El primer de ellos fue ‘Debajo del puente’.
Por cierto que este tema fue autoversionado hace unos años en su penúltimo disco, ‘La Huesuda’. Pero a mediados de los 80’, con letras más oscuras y sociales, Rot no consigue atisbar si quiera el gran éxito que había alcanzado con su anterior banda. Por eso quizá decide que se siente más a gusto en un grupo y forma Los Rodríguez, donde también está otro gigante de la música, Andrés Calamaro. Con él publica tres discos de estudio entre 1991 y 1995 con multitud de joyas como ‘Sin documentos’.
Sin embargo la banda también se separó y Ariel volvió a la carretera en solitario. Lo hizo con el disco ‘Hablando solo’ y el single ‘Baile de ilusiones’, donde los vientos y el ritmo guitarrero marcan ya el devenir del argentino.
Llegábamos al final de la década de los noventa con otro buen trabajo, uno de los mejores en el repertorio de Ariel Rot: ‘Cenizas en el aire’, que presentaba unos interesantes cambios de ritmo, aunque también temas que aún nos recuerdan a sus etapas pretéritas como el single elegido, ‘Dos de corazones’.
Ya en el año 2003 escuchamos un trabajo donde las diferentes caras del rock, desde el rockabilly inicial hasta las guitarras ‘de asfalto’ más duras. ‘Lo siento, Frank’ se publica para dar un impulso y acabar de diferenciar al argentino, cuya experiencia le vale para moverse entre estilos. Nos quedamos con‘Hoja de ruta’, un tema rudo pero directo al estómago.
Los trabajos de Rot poco a poco van mezclando, en mixtura casi perfecta, temas de rock clásico, tiempos lentos directos a la mente y el corazón, y canciones de estructura facilona y rimas no especialmente inspiradas pero efectivas. Es el caso de ‘Ahora piden tu cabeza’, disco y tema que aparece dos años después y que fija el estilo en solitario del argentino.
En la cresta de la ola, Ariel publica poco después un disco con deliciosas versiones junto a grandes del pop-rock hispano, pero no será hasta 2010 cuando llegue ‘Solo Rot’, un álbum lleno de disparos de rock en sus distintas vertientes como la latina de ‘Papi, dame la mano’, donde por cierto resuenan múltiples ecos de Los Rodríguez.
Y aunque la sombra de Tequila y Los Rodríguez es tan alargada que en alguna ocasión han tenido que reunirse los miembros vivos para realizar pequeños auto-homenajes, Rot prosigue con su camino sin estancarse ni un segundo ni acomodarse en una determinada forma de componer. Lo demuestran discos como ‘La Huesuda’, de 2013, el penúltimo y con el que nos vamos, donde agudiza los ritmos latinos bajando la distorsión de su amplificador para crear baladas tan directas como ‘Para escribir otro final’.