“Las precipitaciones de los últimos días son insignificantes para la agricultura”

Y a pesar de las alertas, las lluvias de los últimos días no han sido suficientes para frenar la sequía que viene acechando, desde hace tres, años los campos de la terreta.

La Unió de Llauradors ha estimado en 40,3 millones de euros las pérdidas directas en Alicante causadas por la falta de precipitaciones. En el resto de la Comunitat, la situación es muy similar, se calcula que la cifra de perdidas asciende hasta un total de 165 millones de euros. Una cifra, alarmante que podría aumentar si las lluvias no llegan.

Ernesto Blasco, responsable del departamento de Agua de la Unió de LLauradors, define las precipitaciones de los últimos días como insignificantes:

 El principal problema de esta falta de lluvia en los cultivos de regadío es el encarecimiento de costes de cultivo, mientras que en secano, los problemas no se centran únicamente en la disminución de producción, que en algunos casos superará el 50 %, sino que podrían traer la muerte de arbolado.

Pero la sequía repercute también en un incremento del nivel de plagas, con el coste asociado que supone su erradicación, el aumento de la frecuencia de riego y la consiguiente subida del coste energético.

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Los cultivos más afectados son el de cítricos, seguido por el olivar y las viñas. Los almendros y cereales también registran pérdidas de entre el 20 y el 50% respecto a la cosecha anterior.

La mejor solución, según Ernesto Blasco, quince o veinte días de lluvias "sensatas" O en su defecto la explotación consecuente de recursos como las aguas residuales: