Vázquez declara que Cuenca le encargó comprar una radial y bolsas de basura
Rosa Vázquez, testigo en el Caso Visser, ha declarado en el juicio que Juan Cuenca le encargó que comprara agua fuerte y una radial el mismo día que ocurrieron los hechos
Murcia
Una testigo dice que Cuenca le encargó que comprara agua fuerte y una radial. Rosa Vázquez, la mujer que se ocupó de alquilar la casa rural donde fueron asesinados la jugadora holandesa de voleibol Ingrid Visser y su pareja, Lodewijk Severein, ha dicho hoy al declarar como testigo en el juicio que se sigue en la Ciudad de la Justicia de Murcia que el mismo día en que ocurrieron los hechos le encargó que comprara varias bolsas de basura, agua fuerte y una radial.
Vázquez ha señalado que, al contestarle que en esos momentos no podía hacer esas compras, le envió otro mensaje en el que decía que no se preocupara y al mismo tiempo le pidió que borrara el que le había hecho con anterioridad para hacerle aquel encargo.
La testigo ha añadido que procedió a borrar ese mensaje ya que entonces no le dio importancia porque jamás habría pensado lo que iba a ocurrir pocas horas después.
Igualmente, ha explicado ante el jurado popular que juzga los hechos por este doble crimen que Cuenca debía saber que venían a Murcia tanto Visser como su pareja porque cuando le pidió también que los trasladara desde la capital murciana hasta la casa rural de Molina de Segura, como ella no los conocía, le facilitó la descripción física de ambos.
Con estas manifestaciones la testigo desmentía a Cuenca, quien cuando declaró en este juicio afirmó que se vio sorprendido por la presencia de Visser ya que él solo esperaba a su pareja para hablar de negocios.
Rosa Vázquez ha dicho también a lo largo del interrogatorio que cuando el día 24 de mayo de 2013 se enteró de la desaparición de los holandeses llamó a Juan Cuenca para preguntarle si sabía algo, contestándole éste que no se preocupara.
La testigo ha añadido que, como ya sospechaba algo, le dijo que por qué la había elegido a ella para encargarse de alquilar la casa rural y meterla en esa situación.
Por otra parte, ha indicado que al conocer la desaparición tuvo miedo por ella misma y por sus dos hijas de corta edad y decidió desplazarse a Zamora -donde residía su esposo por razones de trabajo-, y que allí declaró en comisaría todo lo relativo a las gestiones que había hecho para alquilar la casa rural y sobre los mensajes y conversaciones que había mantenido con Cuenca.
También ha dicho que éste, ocurridos los asesinatos, volvió a entrar en contacto con ella para preguntarle si tenía una motosierra, a lo que ella respondió que no.
En esta sexta sesión de la vista oral ha declarado también el ciudadano holandés S.A.B., quien ha explicado que tenía una gran amistad con la pareja, que se inició con Severein cuando coincidieron en la universidad de Amsterdam (Holanda).
El testigo ha revelado que el sábado 10 de mayo, tres días antes del doble crimen, cenó con la pareja y Severein le anunció que se iban a desplazar a Murcia para entrevistarse con Juan Cuenca, del que sabía que estaba en contacto sobre la venta de una cantera.
A la pregunta de uno de los abogados de la defensa, ha dicho que el holandés jamás le hizo comentario alguno de que tuviera alguna relación con la mafia.
Ha añadido que Severein le había comentado esa misma noche, durante la cena, que iban a aprovechar el viaje a la capital murciana para que Ingrid Visser pasara consulta en la clínica de fertilización en la que estaba siendo tratada