Maroto abandona el barco

Bilbao

Javier Maroto deja el Ayuntamiento de Vitoria. Desde hoy sustituye a Alfonso Alonso como diputado. Ya era demasiado compatibilizar portavocía municipal, escaño en el Congreso y vicesecretaría del PP.

Maroto se va y ha sido el último en enterarse. Los últimos quince meses los ha pasado en plan San Pedro negando lo evidente. "Yo me quedo en Vitoria". "No voy a abandonar el barco", mientras Génova acaparaba su tiempo. Venía a los plenos, y poco más: sólo a 3 de 40 juntas de portavoces hasta abril.

Maroto se va, como antes, otros. Miren cuántos ex alcaldes, exdiputados generales, ex lehendakaris o expresidentes acaban una legislatura al frente de la oposición. Son la excepción. Les buscan una salida honrosa. Eso sí, todos pasan por el periodo: "no voy a abandonar el barco"

También Rajoy buscó para Maroto una salida que aliviase su doloroso adiós a la alcaldía. Entonces no lo sabían, pero, cuando la oposición se alió para impedir su reeeleccción, le estaba poniendo la alfombra roja para la política nacional. Sería gracioso que acaben sentándole, porque está en las quinielas, en el Consejo de ministros.