Rajoy se fuma un puro

Ciudad Real

Lo dijo Iñaki Gabilondo en esta emisora: “La abstención es una cuchillada al corazón del PSOE”. Y nadie resiste una puñalada en el corazón. Y añadía el maestro: “Se les tenía que caer (a los dirigentes del PSOE) la cara de vergüenza".

Lo que dijo Iñaki fue antes del domingo 23, cuando se concretaba la puñalada que dejaba malherido al otro partido que representaba mayoritariamente a la izquierda. 136 dirigentes empujaron el cuchillo en el último Comité Federal. 96 se resistieron.

Es cierto que, según el mismo Iñaki, la alternativa de terceras elecciones sería “el desastre” en forma de votos. Pero al abstenerse, los dirigentes (que no sus bases) del PSOE, no solo han traicionado su palabra del “no es no” con la que acudieron a las dos últimas elecciones, sino que han violado su programa: no apoyar jamás a un partido de derechas, que para más inri, está hasta el cuello de corrupción.

El peor argumento que he escuchado a los defensores de permitir a Rajoy seguir en la presidencia, lo articuló un veterano senador socialista andaluz, José Caballos, que dijo: “en las urnas no se cuenta la dignidad, sino los votos”. Y continuó: “con la dignidad cada vez nos votan menos”.

Yo le preguntaría: ¿no será que cada vez votan menos al PSOE porque algunos de sus dirigentes han perdido la dignidad? ¿No será porque esos dirigentes se han alejado cada vez más de sus bases, que, efectivamente, ya no las representan?

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Otro dato sorprendente: el silencio de tres presidentes autonómicos en el Comité Federal: el castellano-manchego García Page, el valenciano Puig y el aragonés Lambán. La coartada: gobiernan en sus territorios con el apoyo de Podemos. ¿Así quieren liderar a sus bases?

En resumen, el PSOE se arroja al vacío, mientras Rajoy se fuma un puro.