A escena contra la trata

Madrid

"Pensar desde el cuerpo y compartirlo te lleva a vivenciarlo y eso tiene efectos en tu vida cotidiana, en tu modo de ser y estar con los demás". Así explica Olga Palafox el sentido de los ejercicios que practica con un grupo de chicos y chicas de entre 14 y 15 años en el colegio Ramiro de Maeztu. Olga es la responsable, junto a Darío, del taller de teatro contra la trata, Piel con piel, que se imparte los miércoles en este centro y, paralelamente, en otros cinco centros de la ciudad.

La iniciativa parte de la Fundación Lydia Cacho, que vela por los Derechos Humanos y, en concreto, por erradicar la trata de personas con fin de explotación sexual. Junto a Calatea, una asociación que agrupa profesionales de la educación, las artes escénicas y la filosofía, imparten estos talleres extraescolares entre adolescentes con el fin de reflexionar juntos.

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España es el segundo país de destino para las víctimas de trata, después de Tailandia. Después de trabajar sin éxito con las víctimas por toda España, la fundación decidió cambiar de estrategia: "Ellas no quieren ser atendidas, por amenazas o por violencia, así que decidimos dejar de trabajar desde la oferta y hacerlo desde la demanda", asegura Tomás Roson, patrono de la Fundación Lydia Cacho.

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La primera experiencia en Madrid se llevó a cabo el año pasado en el colegio Lourdes, con gran éxito entre los alumnos. Este año, con la ayuda económica de Intermón Oxfam, el proyecto se ha expandido a otros centros. "El teatro como herramienta para pensar hace detonar los prejuicios", explica Paula Cueto, coordinadora del proyecto, "para entender esta realidad hay que atravesar estadios como nuestra concepción del amor, del género o de la ciudadanía".

El resultado del trabajo realizado en estos talleres se verá en marzo en un festival que se celebrará en Conde Duque, con las muestras creadas por cada instituto.