García Arrabal también le dice a la jueza que quien mandaba en el urbanismo era Lorente
El empresario investigado asegura que la contratación del hijo del funcionario Manuel Lorente solo obedeció a criterios profesionales
Granada
El empresario granadino Roberto García Arrabal, acusado en el caso Nazarí de supuesta corrupción urbanística en el Ayuntamiento de Granada, coincide con otros testigos y acusados en el caso en que quien mandaba en el urbanismo de la ciudad era el técnico Manuel Lorente.
García Arrabal le dijo a la jueza que instruye el caso Nazarí que nunca ha obtenido beneficios del Ayuntamiento de Granada más allá de los frutos de su trabajo.
Es más, llega a decir que, en todas las etapas del área de Urbanismo, lo que se ha encontrado es que se le pedía para la ciudad más de lo que establecía la norma.
El empresario investigado niega a la jueza que contratara al hijo del técnico municipal Manuel Lorente para congraciarse con el padre, del que dependían sus negocios como responsable municipal. Dice Arrabal que su contrato solo obedeció a su conveniencia empresarial.
García Arrabal es investigado por una parcela en el Campus de la Salud; los supuestos beneficios que consiguió por la construcción del pabellón Mulhacén; y, además, por el caso Serrallo Plaza, entre otros expedientes.