"Hay que sacar a la luz los casos de abusos intrafamiliares"

Bilbao

Este sábado se conmemora el Día Mundial para la prevención del abuso contra los niños, una jornada en la que las organizaciones instan a llevar a cabo acciones urgentes y eficaces para proteger a los menores de cualquier forma de abuso.

Los abusos a menores se cifran en un 23% entre las mujeres y un 15% entre los hombres, según un estudio elaborado en 1999 por Félix López, catedrático de la Universidad de Salamanca y el Ministerio de Bienestar Social. La Asociación Garaitza trabaja desde hace más de una década en la prevención y el tratamiento de aquellas personas que durante su infancia sufrieron malos tratos o abusos sexuales. Carmen Escudero, su presidenta, explica que "este tipo de abusos se da con más frecuencia de lo que podemos pensar y está en cualquier estrato social".

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El 85% de los abusos es intrafamiliar. Según Escudero, "con esos episodios el adulto rompe toda la confianza del menor y éste no se da cuenta hasta que pasan los años de lo que ha ocurrido porque no lo entiende". 

Las personas que acuden a Garaitza tienen una media de edad de entre 25 y 55 años y en su mayoría es mujer, "porque a los hombres les cuenta mucho más buscar ayuda", explica Carmen Escudero. "Lo que les conduce a nosotros es un momento de crisis poque ven que el abuso sexual está muy presente en sus vidas de manera psicológica y emocional", cuenta. "A veces, no recuerdan lo que ha ocurrido pero sí tienen muchas sensaciones de algo que ocurrió y que tiene que ver con la parte sexual", explica. Las secuelas de los abusos a menores se manifiestan en forma de miedo, vergüenza, culpa o ira, y se padece en el ámbito social, familiar y laboral. Pueden derivarse trastornos de alimentación, conductas compulsivas o adicciones diversas. En palabras de Escudero, "hay que sacar a la luz estos casos, sobre todo ahora los inframiliares, ya que el resto ya está saliendo".