Cervantes y los psicotrópicos

Alcalá de Henares

"No -sonríe el profesor-, no existe ningún tipo de dato que permita pensar en algo parecido a lo que hoy conocemos como autoconsumo en Miguel de Cervantes". No es esa la tesis del Doctor en Medicina y Cirugía, Doctor en Lengua Española y Literatura y profesor de farmacología en la Universidad Camilo José Cela de Madrid, Francisco López Muñoz, que le ha valido el Premio Nacional de Humanidades. La huella de los psicotrópicos no está en el escritor sino en su obra, y en el estudio de un tratado científico.

En 'Las sustancias psicotrópicas en los textos cervantinos: tras el rastro del Dioscórides de Andrés Laguna', López Muñoz defiende con sagacidad que el autor de El Quijote tuvo en su poder y consultó para documentarse en su trabajo el famoso 'Dioscórides', tratado clásico de farmacología que recibe el nombre de un médico griego al servicio del ejército del imperio romano, revisado y editado en 1555 por el segoviano Andrés Laguna. "Seguramente lo recibió por herencia paterna. Cervantes era bisnieto de médico e hijo de un cirujano sangrador, lo que hoy sería un graduado en enfermería. Un estudio sobre su biblioteca personal realizado por el estadounidense Daniel Eisenberg, asegura que el Dioscórides formaba parte de su biblioteca particular", afirma López Muñoz.

Según el profesor "todo ese mundo paralelo, mágico, que hay en torno a las sutancias psicotrópicas es el eje argumental de muchas de sus Novelas Ejemplares", y enumera: "En 'El Celoso Extremeño' se describen los efectos narcóticos del opio cuando la joven esposa Leonora aplica a su anciano marido Carrizales un ungüento "alopiado". En 'El Licenciado Vidriera' los efectos psicodislépticos de los filtros de amor. Las descripciones son muy parecidas a las del Dioscórides. Lo podemos ver de forma muchísimo más evidente en 'El Coloquio de los Perros' donde observamos los efectos alucinógenos en los ungüentos de brujas. Hay párrafos pseudoliterales. También en 'La Española Inglesa".

Pero si hay un personaje cervantino que asociamos a la locura y a las alucinaciones es, sin duda, Don Quijote. Curiosamente, en él no hay rastro de psicotrópicos. "No, aquí no hemos encontrado ningún uso ni de psicotrópicos directamente ni de otro tipo de fármacos elaborados con este tipo de agentes", afirma el profesor. "Sin embargo, sí hemos encontrado en El Quijote una referencia directa al Dioscórides cuando vuelve a su pueblo, sufre un ataque de cólera y es tratado con ruizoma de ruibarbo". Es, de hecho, según defiende la tesis el único volumen científico que aparece citado en todo El Quijote, en concreto en el capítulo XVIII de la primera parte.

La tesis de Francisco López Muñoz tiene su origen en un encargo. "Llegué a esto casi por casualidad cuando el profesor Carlos Alvar nos encargó que le escribiéramos en su Gran Enciclopedia Cervantina la voz farmacopea". El estudio ahonda un poco más, en este 2016 en el que se conmemora el IV Centenario de la muerte del escritor alcalaíno, en la importancia que Miguel de Cervantes tuvo para la evolución de la novela moderna. "Cervantes se documentó con todo detalle y puede ser de los primeros autores que lo hiciera para dotar de mayor realismo a los personajes y a sus tramas. Es una de las grandes aportaciones de Miguel de Cervantes a la novela moderna".

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Escucha, íntegra, la entrevista al profesor Francisco López Muñoz en Hoy por Hoy Henares: