La escasa contribución de la UPV a la construcción de la paz

San Sebastián

San Sebastián 2016, y la asociación de investigación social Gune Irekiak, junto con la UPV, han presentado Ehunberri: espacios y encuentros para un nuevo tejido social en la sede de DSS2016. Se trata de un proyecto de investigación y participación que comenzó hace dos años, coordinado por Xavi Mínguez, Doctor en Psicología, y que tiene como principales objetivos el empoderamiento ciudadano, favorecer el conocimiento compartido y explorar nuevas ideas desde las que profundizar en la convivencia y nuestro futuro inmediato.

La investigación se ha centrado en cuatro actores clave para la paz: organizaciones y movimientos pacifistas, personal docente, e investigador de UPV, periodistas de distintos medios de comunicación, y por último, personas expertas en reparación de víctimas. Más de 100 personas han participado en la investigación, a través de entrevistas, focus groups, y espacios de trabajo. Concretamente, 44 personas en el estudio de organizaciones pacifistas, 28 en el de UPV, 21 periodistas, y 8 en el estudio sobre la reparación integral de víctimas.

Según el estudio realizado, las aportaciones a la paz en Euskadi se han hecho, principalmente, desde las organizaciones y movimientos sociales, ya que han sido “catalizadores del malestar y de la indignación social, que han sido causados por la violencia y la confrontación”. También han facilitado el desarrollo de una cultura de paz y derechos humanos en la sociedad vasca y “han realizado pedagogía social mediante prácticas de paz y espacios de reflexión”. Sin embargo, todavía queda por hacer. Acorde a este estudio, “pueden aportar herramientas para reconstruir el tejido social desde su trabajo pedagógico”, o mediante intervención social.

La UPV también ha contribuido a aportar la paz en Euskadi, elaborando estudios sobre distintas dimensiones del conflicto y la violencia en Euskadi, pero no es menos cierto que, según este estudio, “la UPV ha sido un terreno de controversia, donde se ha tendido a poner el foco en reforzar las propias posiciones, además de realizar un número reducido de aportaciones a la construcción de la paz en Euskad”i. Además, según la investigación, la UPV podría contribuir a consolidar la paz, por ejemplo, “haciendo una transferencia de conocimientos que vayan más allá de los canales académicos tradicionales”, por lo que se le facilitaría el acceso a la sociedad en su conjunto.

En el caso de los medios de comunicación, algunos medios sí dieron visibilidad a las víctimas de ETA, a partir de los años 90, y con ello deslegitimaron la violencia de la banda terrorista. Otros medios, sin embargo, dieron más visibilidad a las víctimas de los grupos parapoliciales, o de extrema derecha, por lo que también deslegitimaron la violencia de estos grupos. Sin embargo, de este estudio se desprende que han practicado un periodismo de guerra, donde en algunas ocasiones, se habla incluso hasta de falta de objetividad, neutralidad, o imparcialidad en lo que a los medios se refiere.

Finalmente, respecto a las víctimas, también se ha desprendido que se ha contribuido a la paz en Euskadi, porque se ha avanzado en la aplicación de nuevas herramientas y modelos de justicia, y porque “se ha producido un desarrollo jurídico-normativo en materia de reparación de víctimas, a partir del año 2008”. Existen grandes carencias en la reparación integral de las víctimas, entre otras cosas porque “las víctimas tienen una satisfacción media-baja en general, por una legislación tardía, insuficiente, y con visos de discriminación entre víctimas”. Según este estudio, se puede contribuir a la construcción de la paz mediante “un reconocimiento explícito y sincero del daño causado”.