Procesado el líder de los "miguelianos" por 26 delitos sexuales y 24 contra la integridad moral
La jueza de Tui procesa a otros 16 miembros de la secta y declara la responsabilidad civil subsidiaria del Obispado de Tui-Vigo
Santiago de Compostela
El líder de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel -más conocida como los "miguelianos"-, Miguel Rosendo, ha sido procesado por 25 delitos de abusos sexuales, uno de agresión sexual, 24 delitos continuados contra la integridad moral, uno de asociación ilícita, uno continuado contra la Hacienda Pública y uno continuado de blanqueo de capitales. La jueza de instrucción titular del juzgado número 1 de Tui ha ratificado la situación de prisión comunicada y sin fianza para Rosendo.
También se ha dictado auto de procesamiento contra la mujer e hijos del líder por delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública. Además, declara la responsabilidad civil subsidiaria del Obispado de Tui-Vigo. Hay otros 13 miembros de la secta procesados por asociación ilícita. En todos ellos la jueza ve "indicios racionales de criminalidad". Excepto Rosendo, quien se encuentra en la cárcel desde el 14 de noviembre de 2014, los investigados quedan en situación de libertad provisional. Todos deberán declarar en Tui los próximos 21 y 22 de diciembre.
El auto impone a los investigados el pago de fianzas por valor de casi 2,5 millones de euros para garantizar las responsabilidades pecuniarias que pudieran derivarse de los hechos. Miguel Rosendo deberá abonar 883.500 de forma individual, 979.500 de forma conjunta con su mujer e hijos y al resto de procesados se le imponen un total de 625.000 euros.
Además, la titular del juzgado declara la responsabilidad civil subsidiaria del Obispado de Tui-Vigo, habida cuenta de que amparó en su seno durante años a la orden, al considerar evidente un vínculo necesario entre los sujetos activos del delito y la entidad subsidiariamente responsable. La iglesia retiró su apoyo a los miguelianos y a Serviam, que se había establecido en Madrid, una vez que el escándalo saltó a los medios de comunicación.
La secta operaba desde un chalet de Oia.