Joe Perry, cómo hemos cambiado
Leyenda del rock tras casi cincuenta años como guitarrista de Aerosmith, tiene una interesante discografía en solitario
Fuenlabrada
Seleccionado por todas las publicaciones especializadas como uno de los cien mejores guitarristas de todos los tiempos, una de las patas sobre las que se asienta el grupo Aerosmith regresa ahora con álbum en solitario, ‘Sweetzerland Manifesto’, que entre otras cosas incluye‘Eve of destruction’, un clásico de mediados de los 60 grabado por Barry McGuire y reconvertido ahora en rock duro con, por cierto, Johnny Depp a la batería. Pero venga, que tenemos poco tiempo y mucho que escuchar.
Joe Perry, cómo hemos cambiado
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‘Movin’ Out’, del primer disco del grupo, es la primera canción escrita “a pachas” entre Perry y Steven Tyler, tantas veces su amigo y compañero de farras como su enemigo en las más crudas peleas. No en vano les llamaban ‘gemelos tóxicos’, también gracias a su más que demostrada afición a las drogas de todo tipo. Otros buenos temas de esta primera etapa de Aerosmith, en los 70, fueron ‘Walk this way’ y ‘Back in the saddle’.
Sin duda los de Boston son uno de los grupos más longevos y duraderos de la historia, manteniendo una formación inalterada desde su origen. Salvo el intervalo 1980-84, cuando Joe Perry abandonó la banda e inicia su carrera en solitario con el grupo ‘The Joe Perry Project’ y el disco ‘Let the music do the talkin’, con canción homónima que luego regrabaría Aerosmith al completo.
Perry estaba a gusto con su proyecto y eso coincidía con un bajón en la carrera de Aerosmith. Así que publicó en 1981 su segundo álbum en solitario, ‘I’ve got the rock ’n’ rolls again’. Blues y rock puro en el que se sentía más libre que con los corsés marcados por la fuerte personalidad artística de Steven Tyler.
No estaba mal el disco, pero no termina de calar en las listas de éxitos. Así que hizo un nuevo intento con ‘Once a rocker, always a rocker’ con la que despejó todas las dudas: el proyecto de Perry, definitivamente, no tenía ningún sentido.
Tras el batacazo en ventas, en 1984 los Aerosmith originales deciden que les compensa seguir aguantándose durante toda la eternidad a cambio de poder seguir con su rutina de éxito y drogas. La primera tardó en volver y la segunda tardó en irse, pero lo cierto es que a finales de los 80 y principios de los 90 el grupo volvió a su trono con temas también coescritos entre Tyler y Perry como los maravillosos ‘Love in an elevator’ y ‘Cryin’.
La carrera de Aerosmith ha seguido su curso hasta convertirlos en uno de los mayores grupos de América. Pero el gusanillo de tomar el control del barco es fuerte en un artista, y cuando la trayectoria de los de Boston volvió a estancarse, a mediados de los 2000, Perry regresó con un disco homónimo en el que tocaba todas las guitarras, el bajo y los teclados, además de hacer las voces. Un trabajo que se abría con ‘Shakin my cage’.
La segunda mitad de la década los Aerosmith apenas daban señales de vida y Perry lo aprovechó para seguir engrosando su discoteca particular. Lo hizo en 2009 con ‘Have guitar, will travel’, donde incluso recuperaba algún descarte del grupo como la canción ‘Do you wonder’, escrita por su mujer.
Aquel disco contaba con un vocalista alemán que descubrió en Youtube y que no desmerecía al mismísimo Steven Tyler. También cabe destacar el proyecto con disco incluido que emprendió con Alice Cooper y Johnny Depp, pero llegamos al final de este repaso y nos plantamos en 2014 con un disco navideño. Sí, han escuchado bien, navideño. Una moda que causa furor en los artistas estadounidenses (la mayoría tiene alguno) y que Perry también cultivó con una versión del ‘Run Rudolph run’ de su majestad Chuck Berry.