No todas son iguales

Palencia

Sostenido en precario sobre una escalera de mano, el alcalde arrojó el último puñado de pepitas en la tolva de acero inoxidable. Las doradas menudencias de oro se mezclaron con toneladas de lentejas antes de ser envasadas. Como se predijo, la estrategia publicitaria disparó las ventas de esta legumbre. Hubo casos de dientes mellados, pero en general la iniciativa se recibió con entusiasmo: las abuelas retomaron la costumbre de inspeccionar pacientemente cada ejemplar, y las autoridades sanitarias se vieron obligadas a crear la etiqueta “comer oro no es perjudicial para la salud”. Pero pronto aparecieron los ventajistas que llevaban detectores de metales, provocando tumultos en los supermercados. Entonces a alguien se le ocurrió adherir discretamente un fino hilo de acero a los paquetes, de forma que alterara cualquier intento de escrutinio espurio. De nuevo las ventas aumentaron. Pero la bonanza fue momentánea, porque cuando la frustración de los clientes alcanzó el límite estallaron disturbios en las principales ciudades. El malestar se trasladó a la Bolsa, donde el valor del oro se tambaleó hasta alcanzar mínimos históricos. La gente se apresuró a vender sus joyas al peso, cambiándolas por la divisa americana o bien por paquetes de lentejas de estraperlo.

FRANCISCO JAVIER RUIZ URRACA

Hola a todos:

En Palencia cuando nos referimos a la excelencia de algunos de nuestros productos de alimentación estamos acostumbrados a oír hablar de las Denominaciones de Origen de los vinos o de las Marcas de Garantía de la Carne pero creo que a muchos se os pasa por alto que existe un producto amparado por una Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.) que es especialmente nuestro y genuino de Tierra de Campos. ¿Aciertan a saber cuál es?.

Por si no han caído les diré que se trata de la Lenteja de Tierra de Campos. Quizá por lo modesto y humilde que puede parecer esta legumbre no la damos el valor que realmente tiene y ya es hora de que olvidemos aquello de "... comida de viejas".

Únete al canal de WhatsApp de la SER

El Consejo Regulador de la Lenteja de Tierra de Campos lleva muchos años trabajando con acierto y mucha imaginación para que este producto tan nuestro alcance el lugar que le corresponde y todos lo valoremos en su justa medida ya que se trata de un producto realmente diferente a otros que podemos encontrar en el mercado. Como ejemplo de ese buen hacer del Consejo Regulador se encuentran las Ferias que organizan, los concursos de cocina o el certamen anual de microrrelatos, del que he elegido uno para encabezar este comentario.

Y como nadie es profeta en su tierra han tenido que venir a decírnoslo desde la Unión Europea que han reconocido con la IGP el vínculo real entre la calidad de la lenteja y su origen geográfico, Tierra de Campos. Si tuviera pensar en una planta que representara la esencia y el ser de esta comarca es probable que me decantara por la planta de la lenteja por lo dura y resistente, por lo pegada a la tierra y por lo poco que destaca en las llanuras de esta parte de la meseta.

No hace falta ser un gran cocinero para saber que la lenteja es un producto sano, muy recomendable para cualquier dieta saludable y sabroso. Pero es que además es una herramienta para crear desarrollo en el medio rural ya que diversifica producciones y mantiene tanto el empleo agrícola como el derivado de la transformación y comercialización.

Y estamos de suerte ya que cuenta con un gran potencial de crecimiento dado que anualmente en España importamos del extranjero nada menos que el 80% de lentejas que consumimos, que vienen de países como Canadá, Turquía o Argentina.

Es muy importante por todo ello que este sector siga contando con todo el apoyo posible por parte de las Administraciones, de los Grupos de Acción Local LEADER y por supuesto de los consumidores, porque no todas las lentejas son iguales.