Consenso para la ordenanza de purines

Aranda de Duero

La ordenanza de purines recibía este jueves el visto bueno definitivo del pleno municipal. Una vez resueltas las alegaciones que se presentaron tras su aprobación provisional hace prácticamente un año, la corporación daba luz verde por unanimidad a este documento, que regula el vertido de estos residuos y también de estiércoles y lodos en el término municipal de Aranda y que establece un mapa con restricciones especiales. Basándose en las corrientes de aire habituales, que suelen soplar desde el Oeste, este plano es especialmente riguroso en los polígonos industriales Allendeduero y Prado Marina.

El concejal de Medio Ambiente, Alfonso Sanz, agradecía el esfuerzo del resto de los grupos políticos para aprobar por consenso una herramienta que servirá para contar con un municipio más limpio y con menos olores.

En esta sesión plenaria también se aprobaba la adjudicación a la empresa Urbaser la contrata de los trabajos de conservación y mantenimiento de las zonas verdes del municipio, que abarca también la limpieza del mobiliario urbano. Esta compañía, la misma que gestiona el servicio de recogida de basuras y limpieza viaria, recibirá anualmente del Ayuntamiento 625.710 euros, más IVA, por los trabajos de jardinería y 243.331 por las tareas de limpieza de mobiliario, al haber resultado la oferta más ventajosa de las ocho que se presentaron a este concurso, que salió por un precio base de licitación de 1.112.339 euros. El acuerdo se adoptó con el voto en contra de IU, que no desperdició la ocasión para denunciar la privatización de servicios públicos.