Los hosteleros de las Tascas estudian tomar medidas por daños y perjuicios

Castellón

Los hosteleros de las Tascas de Castellón afirman que estudiarán con sus abogados pedir daños y perjuicios por la bajada de afluencia de clientes en las tascas a raíz de las denuncias presentadas por la asociación contra el ruido Castelló Sense Soroll y las limitaciones horarias.

Una reacción que surge después de que ayer, el Tribunal Supremo, diese la razón al Ayuntamiento de Castellón y reconociese las tascas como un lugar singular de la ciudad. El Supremo ha anulado la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que cuestionaba el consumo de bebidas alcohólicas en esta zona y les pide que vuelvan a dictar sentencia. El fallo a favor del Ayuntamiento ha evitado que se prohiba el consumo de alcohol en las tascas en cualquier hora del día.

El responsable de la Tasca Ernesto, Ernesto Bou, ha valorado la sentencia del Supremo de forma positiva y dice que les permite ver la luz al final de túnel. No obstante, esperan que se apruebe su enmienda a la Ley de Salud de les Corts que pide más libertad para los Ayuntamientos para ampliar la hora de cierra de venta de alcohol.

Con respecto al ruido, Bou afirma que estudiarán con sus abogados pedir daños y perjuicios por la bajada de clientes que han sufrido.

Por su parte, el presidente de la Asociación Castelló Sense Soroll, Pedro Monforte, afirma que acatan la sentencia con respecto al consumo de alcohol en la calle pero que seguirán luchando para que el Ayuntamiento respete el descanso de los vecinos.

Cabe recordar que se mantienen las limitaciones de la venta de alcohol a partir de las 22.00, también por decisión judicial, y las medidas correctoras de la zona ZAS con el objetivo de bajar los niveles de contaminación acústica y así conseguir que se retire la ZAS, Zona Acústicamente Saturada.

Reacción Ayuntamiento

Desde el Ayuntamiento de Castellón afirman que están razonablemente satisfechos porque la sentencia no cierra el litigio abierto por Castelló sense Soroll hace más de una década. Así, el Supremo ha ordenado la retroacción de las actuaciones procesales al momento previo al dictado de la sentencia, por lo que ahora deben esperar al nuevo pronunciamiento del TSJ.