Un trozo del Museo del Prado, en Oviedo

El Museo de Bellas Artes de Asturias trae a sus salas a los dioses del Museo del Prado, en una exposición que realiza un recorrido temático por los mitos clásicos a través de 50 piezas, algunas de ellas momentáneamente descolgadas de la exposición permanente de la pinacoteca madrileña, y otras procedentes de los almacenes pero sometidas a una restauración que convierte en excepcional una muestra con obra que va desde el siglo I hasta el XVIII, con firmas que van desde Zurbarán a Ribera o Rubens. Se suma a la exposición del legado de Plácido Arango, lo que hace que el Bellas Artes tenga una oferta de exposiciones temporales en este primer semestre de 2018 del máximo nivel, solo comparable al de Bilbao, entre los museos de bellas artes de toda España.

“Arte y mito, los dioses del Prado”, es pintura, pero destacan también las espectaculares esculturas, los relieves y las monedas. Llega de la mano de la Fundación La Caixa, que vuelve al Bellas Artes después de 22 años. Ha sido vista en Palma de Mallorca y Oviedo entra ahora en un muy selecto círculo de ciudades que tienen el privilegio de acogerla.

Comisariada por Fernando Pérez Suescun, lo que se ha pretendido es ofrecer una visión muy didáctica de la mitología clásica a través de una selección de obras de la máxima calidad en la que ha "tratado de hacer un recorrido didáctico, no lineal, que nos insta a entrar en esos mitos", ha dicho durante la presentación de la muestra.

Son un total de 50 objetos, entre pintura, escultura o monedas. Los primeros están fechados en el Siglo I, pero hay incluso una escultura de finales del siglo XVIII. Están representados artistas de la talla de Francisco de Zurbarán, José de Ribera, Pedro Pablo Rubens, Francesco Albani o Leone Leoni, todo ello en un acercamiento a la mitología clásica para un público muy amplio, desde los amantes de las artes plásticas hasta los interesados en la mitología, en una síntesis que algunos han calificado de “dioses para todos los públicos”. Se trata de una exposición excepcional, pero que se añade a la que también alberga el Bellas Artes con la treintena de obras del legado de Plácido Arango, lo que le convierte en una cita especialmente obligada durante estos meses.