A Way Out, coopera para huir de prisión y redimirte

Fuenlabrada

El género carcelario es todo un clásico en el mundo del cine, pero en los videojuegos su aparición ha sido bastante contada. Hasta ahora. El nuevo juego de Hazelight y EA, A Way Out, llega para cambiar esta tendencia y apostar por un contexto y una nueva manera de jugar: exclusivamente cooperativa. No podemos superar (ni siquiera comenzar) A Way Out jugando solos. Bien online o bien a pantalla partida en modo local necesitamos a un compañero de aventura. Una buena metáfora que también se aplica al desarrollo de la historia. Cooperar para huir y sobrevivir.

La primera decisión a la que nos enfrentamos en A Way Out es la elección de personaje entre los dos protagonistas: Vincent y Leo. El primero acaba de llegar a la cárcel fruto de un delito económico y es reflexivo y dialogante; el segundo es impulsivo, y lleva un tiempo entre rejas por atraco a mano armada. Esto determina muchas de sus acciones y las opciones de diálogo de la aventura. Ambos comparten el objetivo de huir de la cárcel y tienen un enemigo común, por lo que al salir del centro penitenciario habrá más aventura en zonas como la ciudad de Los Ángeles. En total, entre seis y ocho horas de juego.

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Además de un contenido e historia interesante, el juego destaca por la manera de contarlo. La exigencia de juego cooperativo influye en lo que tenemos ante nuestros ojos, de forma que a pantalla partida ambos personajes se mueven con independencia a cada lado, aunque por momentos la pantalla se unifica o se centra en uno de ellos. Los cortes y el ritmo acompañan a la acción, un punto que se nota especialmente en las escenas de acción con persecuciones y tiroteos. No hay libertad para avanzar mediante diferentes opciones, la historia sigue un desarrollo lineal hacia determinadas acciones, pero al menos sí se puede interactuar con diferentes objetos y personajes por el camino.

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La cooperación, como decía al principio, es básica para avanzar. Vamos a tener que trabajar en equipo distrayendo a los guardias, conduciendo a toda velocidad mientras nuestro compañero dispara sin piedad y otras muchas situaciones similares. Esto abre la puerta a la conversación continua y a la toma de decisiones más o menos consensuadas para avanzar. Y por cierto, esta cooperación se da con sólo una copia del juego: su propietario puede mandar invitaciones ilimitadas a amigos para que descarguen una versión gratuita del mismo y compartan partida vía internet. Un gran movimiento, aunque a priori pudiera parecer arriesgado.

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Gráficamente A Way Out no impresiona pero cumple. Se echa de menos algo más de detalle en los personajes, pero los juegos de luces están bien conseguidos y más teniendo en cuenta que hablamos de un estudio relativamente pequeño como Hazelight. Más que en el detalle el juego destaca en los movimientos de cámara y esa sensación cinematográfica casi constante. El doblaje al inglés es muy bueno pero no, no está doblado al español, aunque sí subtitulado.

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