Hoy con protagonistas de Barakaldo y Deusto

Bilbao

Abel Molinero, extremo vallecano con pasado en Segunda División en las filas de Almería, Jaén y Lugo, fichado en enero por el Barakaldo procedente del Real Murcia, y Raúl Intxausti, zurdo atacante del Deusto, revelación de Tercera, se pasaron por Radio Bilbao.

Un Molinero formado en la cantera del Rayo y del Atlético de Madrid, junto a los afamados De Gea, Saúl, Rubén Pérez, Koke, con muchos entrenamientos arriba, además de coincidir con Iago Herrerín. Barakaldo. No logró afianzarse y cogió el petate. Ahora, en Barakaldo, se le brinda la oportunidad de conocer “un poco el norte y espero aún meternos en el playoff”, lanza. Un objetivo que se le ha complicado bastante al Barakaldo tras el empate ante el CD Vitoria.

Molinero señala que en Lasesarre se ha topado con “un grupo muy bueno, compañeros muy bien, ganamos al Mirandés, al Racing, y ahora llevamos dos resultado no favorables (Bilbao Athletic y CD Vitoria); a ver si retornamos a la senda de la victoria. Son cinco partidos y pueden pasar muchas cosas, esperamos ganar y no sufrir tantos”, narra. A Molinero le está costando encontrar la titularidad en un esquema ya confeccionado: “Cuando llegas un poco tarde, te cuesta un poco con el equipo hecho”.

Con 28 años ha pasado también por equipos como San Fernando, Guadalajara, Fuenlabrada, aunque sin asentarse: “Más que nada porque soy culo de mal asiento o por conocer toda la geografía… Ya en serio sí que lo he pensado, pero he disfrutado mucho por esos equipos, cada uno te deja una experiencia e historia”.

En Murcia rescindió en enero, el Barakaldo negoció con él amparado en un cambio de tercio: “Me gustó el proyecto, el campo y ha concordado bastante con lo que esperaba”, desliza el jugador madrileño, que acaba contrato en junio con el club fabril. Con el técnico, Aitor Larrazabal, desvela, el “trato personal es estupendo, es tranquilo y conciso; a ver si el podemos dar una alegría a todo el mundo”, zanja Molinero.

Raúl Intxausti se bate el cobre con el Deusto, séptimo con 51 puntos, a solo 4 del playoff de ascenso que cierra el Alavés B. Un milagro para un equipo muy modesto que se está saliendo del mapa en esta segunda vuelta: “Nos costó arrancar, 22 puntos en la primera vuelta, nos hemos soltado y miramos para adelante”, lanza el extremo tomatero, donde además reside, de la mano de Gorka Bidaurrazaga: “Estamos siendo un bloque. El objetivo primero era la salvación, está hecho, y hablamos en el vestuario de qué hacemos y pensamos: a seguir sumando puntos”, destripa.

Intxausti señala la cita ante el Sestao River de la próxima semana como el tope que puede despejar la ecuación de “dónde vamos a estar este año”. Un Intxausti que cumple su segundo año en el Deusto, jugó anteriormente en Castro y Balmaseda y completó hasta tres pretemporadas en Barakaldo, Sestao y Leioa, clubes de Segunda B: “No me gusta pensar en qué hubiera pasado si me llego a quedar. Es una experiencia más que aprendo de ella y te refuerza como persona. Quizás me ha faltado esa madurez o saber posicionarme en el campo”, relata con 4 goles este curso.

Sostiene Intxausti, de 27 años, que “unos jugadores crecen antes que después”. Sostiene que hay “muy buenos futbolistas en el Deusto”, con proyección para impulsarse de categoría. Bidaurrazaga es el timón del lote deustoarra: “Es un tío tranquilo, estamos muy contentos con él todo el equipo”. Sus espejos, Vicente Rodríguez, ex del Valencia y Javi de Pedro, extremos de su corte, de los que se ha nutrido en cuanto a movimientos. “Me fijo en los típicos extremos que ya no hay hoy en día”, explica Intxausti.