Los testimonios se vuelven contra el acusado

Burgos

Los familiares más directos de Benita Núñez han sido escuchados hoy jueves en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial por el asesinato de esta vecina de Aranda en julio de 2016. Ante el jurado popular encargado de emitir un veredicto han testificado en esta tercera sesión tanto los dos hijos comunes del presunto asesino y de la víctima como una hermana de esta última. Y en todos los casos han hecho un retrato muy poco favorable para los intereses del acusado.

Manipulador, controlador, obsesivo, frío y calculador han sido algunos de los adjetivos con los que tanto la hija como el hijo de Benita y su presunto asesino han descrito cómo era su padre

La hija ha explicado que se fue a vivir a Santander hace años porque se llevaba mal con su padre, aunque mejoró su relación con la distancia y, sobre todo, porque a partir de que su madre inició los trámites de divorcio el hombre le daba pena. Según su testimonio el punto de inflexión más importante en la relación de la pareja, recién divorciada, se produjo diez días antes del asesinato, cuando el hombre contó a sus hijos que había discutido con su madre y la había puesto un cuchillo en la garganta para que le escuchara porque no le hacía caso. “Me dijo que había hecho algo fatal, que estaba muy arrepentido. Que había amenazado a mi madre porque se habían puesto a hablar y no le escuchaba, y que entonces le había puesto un cuchillo así (sic) y le había dicho ‘ahora me vas a escuchar’. Que sólo quería que le escuchara.”

Por su parte el hijo ha desmentido el retrato de su madre como mujer dominante y aficionada a la brujería que dejaba ayer la declaración del acusado. “Las plantas aromáticas que había en casa eran para sustituir el ambientador y el laurel lo usaba en la cocina.”

Los dos hijos han explicado que fueron a ver a su padre a la cárcel para preguntar por qué había matado a su madre y él les contó que la mujer se había caído dos veces sobre el cuchillo. También han mostrado su extrañeza por la versión del padre, que aseguró que había acudido a su antiguo domicilio porque se encontró mal durante un concierto, ya que podía haber optado por soluciones más sencillas. "Tenía las llaves de una vivienda de su hermano más cercana y también sus padres viven más cerca del lugar del concierto", ha explicado el hijo. El joven, de 22 años, se ha mostrado convencido de que si su madre hubiera visto a su padre dentro de la vivienda "hubiera salido por patas".

También una hermana de la víctima ha corroborado la versión de los hijos del acusado, al que ha definido como "manipulador, vengativo y mentiroso". Mientras los jóvenes han explicado que intentaban en aquellas semanas animar a su padre porque le veían muy triste y temían que llegara a suicidarse, la hermana de la mujer asesinada ha afirmado que la víctima sentía miedo, sobre todo después de que el hombre la amenazara con un cuchillo, aunque "decía que no creía que llegara a matarla por no dejar a sus hijos sin madre".

Según recoge el digital Burgos Conecta el jurado popular también ha escuchado en esta tercera sesión las explicaciones de varios médicos, uno de ellos psiquiatra que atendieron al acusado “por un trastorno adaptativo con ansiedad”, que él mismo vinculaba con los problemas de pareja que tenía. Según este mismo medio el marido de la víctima estuvo en tratamiento con ansiolíticos y antidepresivos, pero según el testimonio del psiquiatra dadas las bajas dosis que tomaba “es imposible que aumentase o disminuyese la violencia contra él o contra los demás.”

La vista continuará este viernes con los últimos testimonios y peritajes antes de los informes finales, previstos para el próximo martes, cuando también se fijará el objeto de veredicto para el jurado.