“Cuando salí de Montessori School, pensé en dejar la enseñanza”

Vitoria

Frío en las aulas hasta el punto de trabajar con abrigo, la obligación de fregar algunas instalaciones, problemas para tomar un descanso, hasta 9 horas seguidas de trabajo algunos días o el control en las relaciones con las familias de los niños. Son sólo algunos de los casos vividos en Montessori School que relatan a la CADENA SER cinco profesoras que han trabajado en el centro en los últimos años.

El descontento con el trato recibido por parte de la responsable del centro, Carme Parra, no es puntual. Desde los inicios de Montessori School en septiembre de 2015 muchas profesoras han decidido abandonar el centro por problemas con Parra; en otros casos fueron despedidas o no se les renovó el contrato. El caso es que la plantilla no ha tenido una estabilidad en estos tres años y el profesorado ha ido cambiando curso a curso, o durante el propio curso escolar.

La CADENA SER ha podido hablar con seis profesoras. Cinco de ellas relatan problemas de todo tipo y han solicitado permanecer en el anonimato por temor a represalias; una sexta, una estudiante en prácticas, dice que su experiencia fue grata pero reconoce que fue tratada injustamente por Parra en la calificación de las prácticas. Esta emisora ha podido confirmar más casos de profesoras que sufrieron problemas por parte de Carme Parra pero no quieren hablar con los medios y prefieren olvidar su mala experiencia. Otra exprofesora ha denunciado a Parra por acoso laboral y el juicio se celebra la próxima semana.

Un relato común a profesoras de varios cursos es el frío con el que se veían obligadas a trabajar. “Trabajaba con camiseta térmica, jersey y chaqueta”, explica una de las extrabajadoras. Respecto a este curso, el centro responsabiliza al Baskonia de estos problemas y, en una circular interna enviada a las familias, señala que las obras de mejora obligarían a cerrar la escuela, por lo que no se buscará una solución hasta septiembre aprovechando el parón vacacional. “A día de hoy las clases tienen las temperaturas dentro de los parámetros normativos reglados“, afirma el centro. Varias fotografías publicadas por la SER revelaron en marzo que los niños estaban en clase con registros de hasta 13 grados.

“Yo pensaba que iba a estar sobre todo con los niños, pero me pasé mucho tiempo fregando y limpiando las instalaciones”, explica una de las personas que ha estado en prácticas en Montessori School. Todo ello a pesar de que existe una persona encargada de la limpieza del centro. Otros testimonios señalan que también hacían trabajos administrativos o montaban muebles.

En varios casos, las profesoras explican que trabajaron durante semanas sin haber firmado sus contratos. También desvelan que Parra les hacía firmar cláusulas de confidencialidad.

La situación de las instalaciones de Montessori School en el Bakh ha sido una queja frecuente. Los niños jugaban a sacar el tubo de un agujero de la ventilación que no estaba tapado o tenían acceso a los enchufes. “El váter que había en medio de clase es eléctrico y cuando se saltaba la luz, salía todo el agua y se encharcaba parte de la clase”, explican.

Varios testimonios coinciden en que se metían horas extra y que había problemas para poder tomarse un descanso de 5 minutos. En algunos casos, se enlazaban 9 horas seguidas de trabajo entre las labores educativas en el centro y las actividades extraescolares. Denuncian que, en ciertas ocasiones, cuando estaban de baja médica eran invitadas a ir a trabajar aunque podían negarse a ello. En otros casos explican que se les pedía recuperar horas de cuando habían estado enfermas sin poder ir al trabajo.

Según ha podido confirmar la CADENA SER, Carme Parra intentó contratar a una persona para que se encargara de las actividades de los niños en la piscina que no tenía siquiera un curso de primeros auxilios.

Otro de los relatos comunes es que Carme Parra no confiaba en el profesorado y controlaba los contactos que se tenían entre las profesoras y las familias. “Siempre hubo falta de confianza”, explican. “Salía llorando del colegio y cuando dejé de estar en Montessori School, pensé en dejar la enseñanza”, sentencia una de las exprofesoras. Las escenas de lloros, disgustos y agobio en el centro han sido confirmadas por las cinco extrabajadoras con las que ha hablado la SER.

Las profesoras coinciden además en que Carme Parra ejercía de directora del centro. Parra está siendo investigada por la Junta de Castilla y León donde es funcionaria en un colegio de Miranda de Ebro al que no acude desde hace años por varias bajas laborales.

La CADENA SER ha contactado con Carme Parra para contar con su versión sobre estas denuncias pero ha declinado hacerlo.