Niña Pastori, cómo hemos cambiado

Fuenlabrada

Es una de esas voces que, desde el segundo uno de la canción, le ponen a cualquiera el vello de punta. Y es lo que vuelve a hacer Niña Pastori con su nuevo disco, ‘Bajo tus alas’, que publica este 27 de abril y que nos anticipa con temas como ‘La habitación’. Pero es tiempo ahora de remontarse a 1996 para escuchar a una muchacha de 17 años que consiguió un éxito arrollador.

Esta voz que escuchan es la misma que unos años antes dejó maravillado a Camarón y en la que Alejandro Sanz y Paco Ortega vieron un diamante en bruto que era necesario dar a conocer. Por eso produjeron ‘Entre dos puertos’, primer disco de la gaditana a medio camino entre el pop y el flamenco más puro cuyo single,‘Tú me camelas’, estuvo varias semanas en lo más alto. El álbum fue platino, ahí es nada, así que el reto del segundo disco no era fácil.

Pues el reto al final fue superado y el segundo trabajo, ‘Eres luz’, conseguía más ventas incluso que su antecesor gracias en parte a este exitazo, ‘Cartita de amor’, también conocida extraoficialmente como ‘Échame una mano, prima’. Revolución del flamenco sin haber llegado a los 20 años, Pastori publicó en 2000 ‘Cañaílla’, detrás del que ya no estaba Paco Ortega pero que seguía arropado por Alejandro Sanz, Vicente Amigo o los Carmona. Tal pléyade se concretó en temas como ‘Cai’, himno para todos los vecinos de la Bahía.

Lo cierto es que el componente pop de sus discos iba en aumento para arrinconar un poco el flamenco más tradicional. Eso también hizo que su éxito perdurase en el tiempo, como con su cuarto disco, ‘María’, que se abría con otra canción que sonó incesantemente en España: ‘Amor de san Juan’.

Siguiendo la pauta de dos años entre álbum y álbum, en 2004 llegaba ‘No hay quinto malo’, una delicia íntima con arreglos de cuerda maravillosos y que alcanzaba un punto intermedio perfecto entre flamenco, música de cámara y pop. Difícil es llegar al nivel vocal que alcanzaba en temas como ‘Puede ser’.

Llegados a este punto, Niña Pastori estaba más que legitimada para darse un gustazo y publicar un disco enorme de versiones de clásicos de la música en español con un toque personal capaz de derretir a cualquiera. Desde el ‘Mediterráneo’ de Serrat hasta el ‘Vivir sin aire’ de Maná, pasando por el ‘Burbujas de amor’, que vamos a escuchar, de Juan Luis Guerra.

Toda esta carrera llena de éxitos cristalizó trece años después de comenzar con una de las grandes distinciones de la industria, el Grammy Latino al mejor álbum de música flamenca por ‘Esperando verte’, de 2009, que contaba con una producción variada y sin prejuicios como escuchábamos en el single ‘Capricho de mujer’.

No ha sido el único Grammy de Pastori, porque a raíz de aquel disco vinieron casi en cascada el resto. Su siguiente álbum, ‘La orilla de mi pelo’, repetía premio en 2011 y también lo hacía ‘Raíz’, de 2014, aunque en categoría distinta y junto a las también firmantes del disco, Lila Downs y Soledad Pastorutti. Todo gracias al rock del primer trabajo o la maravillosa mezcla intercultural de ‘La raíz de mi tierra’ en el segundo.

Los cuatro últimos discos de la Pastori han conseguido el Grammy Latino. Porque sí, el que se va a convertir pronto en penúltimo disco de su carrera, ‘Ámame como soy’, también se alzaba con la estatuilla. Se trata de otro disco de versiones con el que aprovechamos para despedirnos a través de temas como la versión del francés Francis Cabrel ‘La quiero a morir’.