La provincia de Toledo está a la cabeza del país en calles que todavía tienen nomenclatura franquista con 123 vías. En total, en Castilla-La Mancha, hay 255 calles con vestigios de la dictadura. Son datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) que ha ofrecido el Gobierno central a una pregunta de «Compromís». CONSULTA AQUÍ EL LISTADO COMPLETO Según estos datos, la provincia de Toledo con 123 calles, es líder en España por delante de Cáceres, Valladolid y Ávila. Por detrás, la provincia de Cuenca con 63 vías, Guadalajara con 33, Ciudad Real con 19 y Albacete con 17. Para el presidente del «Foro por la Memoria Histórica» de Castilla-La Mancha, Emilio Sales, es un informe con muchos errores porque hay municipios que ya han retirado esos nombres, pero no lo han comunicado todavía al INE, pero sobre todo, porque faltan muchas calles. En este sentido, pone como ejemplo que no aparece la calle «General Moscardó». Los nombres más comunes todavía son «Calvo Sotelo», con 315 calles en todo el país, «José Antonio Primo de Rivera» con 314, «General Mola», 142 o «Generalísimo» con 137. La Ley de Memoria Histórica obliga a retirar los vestigios franquistas pero, lamenta Emilio Sales, no da plazos para ello y se ha demostrado que en nuestra región, y especialmente en la provincia de Toledo, falta voluntad política para llevarlo a cabo. Sin embargo, dentro de la provincia de Toledo hay una localidad que destaca especialmente. En este sentido, el municipio de Fuensalida cuenta con más de una decena de nomenclaturas relacionadas con el Franquismo en su callejero. De hecho, el propio ayuntamiento está localizado en la Plaza del Generalísimo. Asimismo, el callejero de esta localidad toledana cuenta con la Plaza General Varela, Calle Héroes del Alcázar, Calle Plus Ultra, Calle General Yagüe, entre otras. Por este motivo, la oposición política ha pedido en reiteradas ocasiones eliminar estas nomenclaturas para cumplir con la citada Ley de Memoria Histórica. Por otro lado, en el municipio toledano de Recas, el ayuntamiento aseguraba en un pleno de 2017 que «los nombres con nomenclaturas Franquistas son historia, que puede gustar más o menos». No obstante, desde este consistorio aseguran que «en su día retiró el monolito recordatorio de los caídos por Dios y por España, y colaboró estrechamente con los familiares de las personas fusiladas en la Guerra Civil, que se encontraban en una fosa común, procediendo a su reconocimiento, exhumación y posterior enterramiento en el cementerio municipal sin coste alguno». En este sentido, el propio Ayuntamiento afirma que esta eliminación no causó malestar en los vecinos, sino todo lo contrario. Sin embargo, y con respecto a la eliminación de las calles relacionadas con el Franquismo. Estos cambios «están provocando cierto revuelo por los perjuicios que provocan (...) cambio en el domicilio fiscal, correo, cuentas bancarias, pasaporte, D.N.I., etc.» Finalmente, este consistorio descarta cambiar el nombre a sus calles, con reminiscencias franquistas, hasta que «el Tribunal por sentencia firme lo decida». En este punto, existe un litigio legal en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 3 de Toledo, tras la reclamación interpuesta por la Asociación para la defensa de la Ley de Memoria Histórica.