Al pan pan
La Firma de Manuel Acero
"Al pan pan", la Firma de Manuel Acero
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Palencia
La mayor parte de los oficios tienen su patrón y esta semana pasada se celebraba el patrón de los panaderos, San Honorato, y que mejor que una feria como la de Grijota, dedicada al pan, para festejar y recordar la labor de este colectivo que madruga como pocos y que no sabe ni de domingos ni de festivos.
Cualquier excusa se convierte en un buen motivo para recordarnos la importancia de comer pan a diario, pero no cualquier pan sino pan del bueno, del que se hace en Palencia de manera tradicional, de ese que pervive en la memoria de las personas y que nos trae recuerdos de otros tiempos.
Y es que pocos alimentos están tan presentes en cualquier mesa y todos los días del año como lo está el pan, por ello merece la pena acercarse a alguna de las panaderías que han recuperado este arte, dejando que fermente la masa de forma natural, sin acelerar los procesos ni añadir aditivos y solo con cuatro ingredientes: harina, agua, levadura y sal.
Parece que hemos dejado atrás algunos fantasmas del pasado que demonizaron al pan para que ahora médicos y nutricionistas nos lo vuelvan a recomendar ya que proporciona la energía de los cereales que están en la base de la pirámide de la alimentación como se enseña a los niños en el colegio.
No soy ni de lejos experto en nutrición pero no tengo duda de que el pan, en las cantidades necesarias y de la calidad adecuada, puede ser el complemento ideal para todo tipo de comidas además de ser sabroso y económico.
Palencia es uno de esos lugares donde no nos tienen que explicar lo que es hacer buena barra o una hogaza ya que ha sido la mayor productora de España en la materia prima, el trigo, y existía una tradición de hacer buen pan que todavía se recuerda. Sin embargo, quizá arrastrados por la sociedad, nos hemos dejado llevar hacía un producto industrial, cargado de aditivos y otras sustancias que hacen que sea de mala calidad y casi se le pueda considerar como bollería.
Sin embargo está en nuestra mano, como consumidores, buscar y exigir un pan natural y artesano, porque lo tenemos cerca solo tenemos que saber diferenciarlo y no conformarnos con productos mediocres aunque aparentemente parecen iguales.
Por otra parte también los profesionales del sector tienen que ponerse las pilas, que ya lo están haciendo, y formarse para hacernos apreciar un buen producto, con materias primas de calidad, utilizando la tecnología y la ciencia de nuestro tiempo.
Y para que no nos falte de nada en Palencia contamos hasta con nuestra propia especialidad, la Fabiola, con una historia muy peculiar y unos atributos que la diferencian de otros muchos productos que hay en el mercado. Nuestra Fabiola a buen seguro que en este año 2018 nos va a dar una alegría pues hay mucha gente trabajando desde hace años para que sea reconocida como producto con la figura de Marca de Garantía y convertirse en otro producto palentino de excelencia.
A por ello.