Cervera: "Nos agarramos a que este equipo fue más veces la otra versión"

Cádiz

Quedan dos finales para el Cádiz. Cervera lo sabe y hace sus números. "Quedan dos partidos y uno hay que ganar seguro y esperar. Ganando uno se puede esperar, ganando uno y empatando otro casi seguro".

No olvida Cervera el partido de Barcelona, pero eso sí, asegura que no tiene la respuesta a lo que pasó. "Si tuviera la respuesta no pasaría eso. No tengo respuesta. Cuando terminó el partido estaba muy enfadado, pero van pasando los días y te tienes que quitar el enfado porque no sirve para nada".

Advierte el entrenador cadista que "si pasa a principios de temporada tendría consecuencias, pero pasa tan al final que tengo que pensar en el siguiente"

Se muestra optimista con lo que queda, entre otras cosas porque "este equipo fue más veces la otra versión. Pero la realidad es que nos estábamos jugando una posibilidad para ascender pasó lo que pasó", dice el entrenador cadista.

Pero insiste en que "hay cosas que no se pueden hacer. Si quieres hacerlas no estarás en el Cádiz y si lo haces pues pasarás a ser un jugador residual".

Reconoce fallos en su planteamiento en Barcelona y no despeja responsabilidades. "El entrenador también se equivoca cambiando a algún jugador de posición, no es por jugadores. Todos son válidos, es lo que se necesita de ellos. Cada jugador tiene mil posibilidades y las que no se tienen se pueden inventar". Recalca sobre la idea del equipo y asegura que "hay cosas que si pasan al principio hay que tomar decisiones, pero pasan ahora y hay que pensar que fue un accidente, pero un accidente muy grave".

Preguntado por cómo está el vestuario reconoce que "siempre tuvo hambre. Estos partidos son bonitos, pero el hambre no te lleva a ningún sitio, te llevan las cosas bien hechas". Además, dice que tiene "muy buen grupo y en el Cádiz no juega cualquiera. Con la vitola de buen jugador no viene y juega. Se necesita poner tus armas al servicio del equipo. A vece cuesta que un jugador con unas características se reconduce, pero luego vuelve. No podemos cambiar veinte al lugar donde quieren ir cinco, o si no lo cambiamos todos y el que me tengo que ir soy yo", dice mientras termina de mandar un último mensaje. "El que nace caballo muere saltando".