Otra tarde de buenos novillos y solo una vuelta al ruedo

Sevilla

Como ocurriera hace tres semanas en la primera novillada de abono, el festejo de este domingo en la Real Maestranza volvió a brindarnos varios ejemplares de triunfo no del todo aprovechados, dejándonos un balance final de una solitaria vuelta al ruedo, la que tras leve petición de oreja dio el madrileño Ángel Téllez en el novillo que cerró plaza.

Antes, el también madrileño Ángel Sánchez se presentaba, como sus dos compañeros de cartel, ante la afición de Sevilla a tan solo doce días de su alternativa, que tomará el próximo 8 de junio en Las Ventas. A su primero, con el hierro de Guadaira, lo lanceó con gusto a la verónica para rematar en los medios. Ya con la muleta, brindó al público una faena de largo metraje en la que el novillo, con la fuerza justita, se empleó casi siempre a la defensiva, de ahí los enganchones iniciales, aunque con la movilidad suficiente para que el torero dejara varias series, la mejor una con la mano izquierda, antes de despacharlo de estocada caída.  El cuarto, de Fuente Ymbro, fue otro buen novillo, aunque con la fuerza y la raza justas y sin tanta clase como el que le precedió. Otra faena larga del madrileño, pero sin lograr grandes cotas de lucimiento para cerrar con estocada desprendida.

Diego Carretero, que también está próximo al doctorado -lo toma el 23 de junio en Alicante-, vio cómo su primer novillo, de Guadaira, se partió un pitón al rematar en un burladero cuando ya se disponía a brindar la faena de muleta. Gran detalle del empresario Ramón Valencia al echarle el sobrero, un ejemplar de Fuente Ymbro con hechuras de toro que, en la portagayola de recibo, le arrancó la hombrera izquierda de la chaquetilla. Ya con la muleta, el de Hellín hizo dos faenas en una; las cinco primeras series para cogerle el aire a un animal encastado que pedía temple y las otras cinco, más acopladas, para hacer sonar la música y poner la cosa en la senda de un triunfo que se diluyó con la estocada en los bajos previa a la desprendida definitiva. El quinto, de Guadaira, fue el garbanzo negro de la novillada y no quiso embestir a la muleta de Carretero, quien lo despachó de estocada contraria. 

Ángel Téllez dio la única vuelta al ruedo de la tarde en el sexto, pero ante el tercero desaprovechó un novillo de dos orejas, al que hizo faena para cortarle una perdiéndola finalmente con el descabello. Ese ejemplar de Fuente Ymbro fue realmente extraordinario en la muleta y Téllez estuvo simplemente correcto antes del fallo con el verduguillo. Ante el sexto, ejemplar de Guadaira de escurridas carnes pero de amplios pitones, sí derrochó firmeza ante la movilidad algo descompuestita del animal. La certera estocada propició una leve petición que acabó con la referida vuelta al ruedo.