El 'olvidado' Síndrome Tóxico
'Seguimos viviendo' es el lema de la Plataforma de afectados por el Síndrome del Aceite Tóxico de Colza que provocó 5.000 muertes y más de 15.000 enfermos
Burgos
Más de 3.000 afectados por el Sindrome del Aceite Tóxico en Castilla y León, 175 en Burgos, esperan de la administración pública una reparación moral y mejor atención sicosanitaria a las víctimas de aquel envenenamiento masivo de principios de los años 80 que originó 5.000 muertes y más de 15.000 afectados en toda España. La presidenta de la Plataforma de víctimas de la Colza adulterada, Carmen Cortés, lamenta el olvido que han sufrido y que no se hayan incluido las secuelas como discapacidad hasta este mismo año por parte del Instituto de Mayores y Servicios Sociales, el IMSERSO. Todo un rosario de patologías describen como secuelas del Sindrome del Aceite Tóxico, con una afectación vascular generalizada, en venas, arterias y órganos, con mialgias severas e incapacitantes o hipertensión pulmonar, entre otras afecciones. La presidenta de la Plataforma del Sindrome Tóxico habla de la 'primera enfermedad rara autóctona de España' reclama calidad de vida ante el deterioro de los afectados provocado por el envejecimiento y profundizar en la investigación de los efectos que tendrá en sus descendientes la herencia genética de la enfermedad. Carmen Cortés asegura que no se ha realizado un seguimiento de las víctimas, que han sido abandonadas a su suerte y hace un reproche particular a una abanderada de las causas sociales como es la reina Letizia, que no ha respondido a la petición de ser recibidos. El Subdirector General de Gestión del Instituto de Mayores y Servicios Sociales, Daniel Cano, ha participado en el Centro Estatal de Enfermedades Raras de Burgos (CREER) en las Jornadas sobre la situación actual del Síndrome Tóxico, para asegurar que no se ha abandonado a los afectados, poniendo en duda las cifras que aporta la Plataforma sobre el número de personas enfermas. Las jornadas del CREER, hoy y mañana, pretenden formar a los profesionales para poder contar con valoraciones adecuadas de la situación actual de las víctimas de lo que se llamó Neumonía Atípica, cuando durante años se desconocía el origen y el alcance del envenenamiento por el consumo de aceite de colza desnaturalizado con anilina.