Historia y paisaje en el puente de Vadocañas, entre Cuenca y Valencia
Usado por los carreteros hasta el siglo XIX, este puente de Villalpardo, cruza el Cabriel para unir tierras castellanas y valencianas
Cuenca
Fernando Carreras, nuestro guía de EcoExperience, nos propone esta semana en la sección Nos vamos de excursión que emitimos cada viernes en Hoy por Hoy Cuenca, cruzar el río Cabriel en Villalpardo por el puente de Vadocañas.
Historia y paisaje en el puente de Vadocañas, entre Cuenca y Valencia
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El puente de Vadocañas, sobre el río Cabriel, mantiene la esencia del paso de carruajes, mercancías y ganado. Sirvió de aduana entre los reinos de Castilla y Aragón y estuvo en uso hasta el siglo XIX.
Para llegar al puente de Vadocañas, debemos dirigimos hacia el pueblo de Villalpardo (desde Cuenca por Almodóvar del Pinar y Minglanilla). Avanzada un poco la carretera pasado Villalpardo, veremos un indicador que nos envía al Sitio de Consolación, una ermita que encontramos en una bonita zona de pinar carrasco, robles y jaras. Tras pasar la ermita, continuaremos por un camino de tierra (se puede pasar con coche) y desde aquí seguimos las indicaciones del sendero GR 66 (señales en blanco y rojo) y en todos los desvíos cogeremos a la parte de la derecha.
Tras avanzar unos 6 kilómetros encontraremos un antiguo edificio abandonado a la izquierda donde podemos dejar el coche y desde aquí seguimos a pie. Continuamos por el camino hasta llegar a la venta de Vadocañas, un gran edificio de color blanco, y siguiendo el camino veremos aparecer ya el puente de Vadocañas.
El puente es de un solo ojo y tiene unos 33 metros de luz (120 pies de hueco), está realizado en piedra labrada y cimentado en las mismas rocas de las márgenes del río. Está considerado como uno de los puentes de esas características más grandes de España y de Europa. En este punto divide las provincias de Cuenca y Valencia, de manera que a este lado del puente estaremos en la Reserva Natural de las Hoces del Cabriel y al otro lado estamos en el Parc Natural Hoces del Cabriel, que es la catalogación que tiene en la Comunidad Valenciana.
Antes del magnífico puente de piedra que hoy contemplamos, se cree que existieron otros más endebles que eran sucesivamente derribados por el Cabriel y sus temibles riadas. De hecho se cree que pudo ser de madera en algún momento.
Las orillas del río Cabriel bajo el puente son muy suaves y están consideradas como una buena zona de baño durante los meses de verano. Además en las limpias aguas de este río podemos encontrar truchas, blenios y nutrias. En las laderas es fácil encontrar a la cabra montés, de la que fácilmente veremos huellas y excrementos, y si nos paramos a esperar veremos alguna pasar.
Desde aquí lo mejor es volver a pie hacia el coche y regresar por la misma ruta.