El Madrid gana en Vitoria y vuelve a darle la vuelta a la serie (78-83)

Vitoria

"No sé a dónde nos llevan las luces, pero algo en la noche es peligroso. Es peligroso, tan peligroso... que quiero hacerlo otra vez. Un violín resuena en el Buesa Arena, que por momentos no es un pabellón sino pura magia. Tonos azules invaden la grada, invaden la pista, invaden tu televisor mientras el violinista Robert Mendoza versiona el himno de David Guettapara saludar el Playoff Final, en pleno romance colectivo.

Dijo una vez Silvio Rodríguez que el amor es como un violín. La música podrá detenerse pero las cuerdas lo recordarán por siempre. ¡Cómo olvidar las sensaciones de este partido, de este ambiente! 15.544 almas, en el récord histórico de Playoff, empujando a su KIROLBET Baskonia a un arranque pletórico, con Poirier en versión videojuego. Explosivo, pura rabia de mate en mate, justo lo que necesitaba la leña para empezar a arder.

Carroll replicó el 8-0 inicial con 5 puntos seguidos tras tres minutos de sequía, mas el ímpetu vitoriano pesaba más. El "treinteañero" Vildoza al mando, como si llevara una quincena de finales a sus espaldas. Las bombas lejanas de Beaubois y Shengelia. Un 17-8 en cinco minutos, forjado merced a una intensidad defensiva excelsa, una superioridad clara en el rebote y un ataque frenético y cautivador.

Muy pronto lo paró Laso. Su equipo volvió del tiempo muerto nuevo, como si alguien le hubiera dicho al oído el secreto para parar a su rival. Menos lúcido el cuadro local, los madridistas tiraron de sobriedad para meterse de lleno en el choque sin pestañear. De Campazzo a Thompkins, pasando por Taylor y Doncic, los madridistas resistieron la primera embestida (19-18, m.8), mas el control y el ritmo seguían perteneciendo al KIROLBET Baskonia, 4 arriba al final de cuarto (24-20). Había sido tan peligroso... que querían hacerlo otra vez.

Dos claves se repetían antes del encuentro. El estado físico de Voigtmann, cuya lesión fue el inicio del fin baskonista en el segundo, y el rendimiento de un Doncic algo apagado en este Playoff Final. Con el primero en pista, el decisivo fue el segundo. El aviso llegó pronto, cuando encadenó 5 puntos consecutivos previos al triple a tabla de Rudy para adelantarse en el marcador (28-30, m.16).

La osadía tuvo respuesta. Otra vez Vildoza, dulce su momento, verdugo su oficio. El balón pausado en sus manos, el parqué lleno de dibujos que solo están en su mente, creando y creando, dibujando una acción y pensando en la siguiente. El argentino, 10 puntos, 5 asistencias y 17 de valoración en la primera mitad, volvió a hacer que su KIROLBET mandara, contagiando a sus compañeros.

Si Thompkins aparecía, Shengelia resurgía con fuerza. Si Campazzo se atrevía, Beaubois también se apuntaba. Y si Taylor le daba la vuelta a la tortilla pocos antes de irse a vestuarios, el propio Rodrigue ponía en pie al Buesa Arena con su enésimo triple sobre la bocina. Había llegado su momento.El tiempo es tan relativo que, si no fuera porque los 15 minutos del intervalo en un encuentro tan agónico se acaban haciendo eternos, cualquier aficionado hubiera dicho que el tercer periodo empezó a jugarse cuando la bocina del descanso se terminó de apagar. La racha baskonista fue a más. Un minuto, solo hizo falta un minuto para estirar el parcial hasta el 9-0. Una bomba lejana de Beaubois y un par de Shengelia para construir un partido nuevo.

En ese momento, la muñeca de Doncic volvió a vibrar, como si llevara un detector de súper héroe que le avisara, despistado que es uno, cuándo le toca volver a ponerse la capa. Con 51-42 en el luminoso, la estrella eslovena anotó dos tiros libres. A continuación, pidió el balón: triple. En la siguiente jugada, volvió a levantarse desde el 6,75 para forzar la falta y culminar un monólogo en forma de 0-8 que sacó a relucir la mejor versión madridista.

Cuando Rudy Fernández contestó a los puntos de Poirier con su lanzamiento exterior, el partido acababa de empezar (55-55). 14 minutos tan cortos, 14 minutos tan largos. Casi tres prórrogas para romper el equilibrio, como Doncic volvía a lograr con un triple de playground. Más tarde haría lo propio Thompkins (4/4 T3), regresando a defender con esa sonrisa del que sabe que los focos siempre miran hacia otro lado. Pero él gana partidos. Él gana finales. Que pregunten en Belgrado. Que pregunten en Vitoria.

Poco antes del final del tercer periodo, el Real Madrid se sintió de despegar del todo, en pleno vuelo de Tavares al aro. (58-63, m.29). Sin embargo, cuando Voigtmann anotó otro triple sobre la bocina para cerrar el periodo (63-65), no tuvo ninguna duda de que su oponente aún respiraba. Y cuando el KIROLBET Baskonia respira, no suele haber oxígeno para dos.

Janning emergía con triple y robo, asistiendo a Beaubois para el 8-0, un parcial que fue haciéndose más y más sangrante. Todos los méritos blancos del tercer cuarto, en el limbo, mientras Shengelia se divertía culminando otro contraataque o el propio Janning cerraba la locura que él mismo empezó. Un 12-0 en cuatro minutos. Un 72-65 que pesaba tanto como el 2-1 que planeaba, ahora más que nunca, en el fascinante ambiente del Buesa Arena, coloreado con bufandas al viento, coloreado por la voz de un sueño.

Probablemente cualquiera de los otros 15 rivales de Liga Endesa hubieran cedido en ese momento el tercer punto de la final. No es deshonra agachar la cabeza en mitad de la tormenta. Sin embargo, el Real Madrid lo intentó una vez más. A falta de puntos de Llull (0/10 en el tiro), el rebote por fin jugaba de su parte, al igual que un Carroll capaz de cambiar lo imposible. Su triple, a falta de 6 minutos, fue mucho más que el fin de una larga sequía. Supuso el resurgir, el enésimo resurgir del campeón de Europa, de un Real Madrid de orgullo y fe, de centímetros y talento, en uno de esos días en el que la intimidación de Tavares pesan tanto como los puntos de Carroll.

Cinco de Jaycee allanaron el camino de una igualada que llegó, a pesar del momento Huertas, tras robo y mate con el mismo alma de Rudy Fernández (74-74) a tres y medio del final. No obstante, es de perogrullo, una remontada sin adelantarse es oxímoron, pensaría Carroll mientras ponía, esta vez para siempre, por delante a los suyos (76-77) con un triple salvador, cediendo el testigo final a Tavares. Siete puntos, ocho rebotes, cinco tapones, dos de ellos cuando el balón más quemaba.

El aro se le había cerrado a un KIROLBET Baskonia que comprendió con impotencia, cuando Doncic (20-9) acertaba desde la personal (76-81), que el 2-1 ya era blanco. Quizá un equipo capaz de sacarse de la chistera un 4-18 cuando el precipicio ya esperaba se mereció ese 78-83. Quizá un rival capaz de estirar al límite el juego de su rival bien merezca el quinto de una serie preciosa y absolutamente eterna. El martes... más.

PEDRO MARTÍNEZ: “NOS HA FALTADO UN POCO DE SERENIDAD, ACIERTO Y SANGRE FRÍA”

"Ha sido un buen partido por ambos equipos. Hemos pasado momentos complicados y hemos sido capaces de volver, coger una distancia interesante en el cuarto final y el Real Madrid ha estado bien para volverse a poner por delante y nos ha faltado un poco de todo: serenidad, sangre fría o acierto para volver cuando se han puesto 76-77. Toca perseverar y luchar en buena línea. Estoy contento a pesar de todo. Me niego a pensar que hoy se ha perdido la liga. Mañana tenemos una ocasión para volver a igualarle. No hay que ser negativos y pensar que es imposible. Toca recuperarse mental y físicamente para salir a ganar el cuarto partido de la serie.

Hemos de ver que se puede hacer para mejorar. No puede ser caer en el desánimo y pensar que es una pena. Hay que levantarse e intentar ganar el próximo partido. No queda otra y hay que ser positivo.

Cada partido es una historia diferente. Jugadores que no habían estado bien en los anteriores, han estado mejor. Hemos de seguir en la línea que tenemos y no pensar que lo que no nos ha salido hoy no nos vaya a salir mañana. Tenemos que confiar en nosotros y seguir.

El Real Madrid es un gran equipo y tiene capacidad para recuperarse de los malos momentos que le vienen durante los partidos.

Ahora he visto a los jugadores afectados por el esfuerzo sin recompensa y ahora lo que hay que hacer es descansar, irse a dormir y en el entrenamiento de mañana pensar que esto no se ha acabado e intentar sacar adelante el partido del martes".

MATT JANNING: “NO FUIMOS CAPACES DE FINALIZAR BIEN LOS CUARTOS”

"Jugamos bien en el primer cuarto y gran acierto en el tiro. Hicimos muchas cosas bien, pero no fuimos capaces de finalizar bien los cuartos. Carroll ha tenido unos puntos muy buenos. No hemos podido cerrar esa puerta que hemos tenido abierta. Tenemos que estar centrados en el partido de mañana".

PABLO LASO: “QUIERO GANAR EL MARTES Y SER CAMPEÓN”

"Ha sido un partido disputado e igualado. Pienso que sus dos tirones de primer y tercer cuarto eran normales por la energía que tienen como locales y esos puntos adicionales de rebotes que logran. Hemos mantenido siempre nuestro plan de partido y eso nos ha permitido volver a entrar en el partido. De nuevo se ha repetido en la entrada del tercer cuarto y me voy satisfecho por lo que supone de ganar aquí al Baskonia.

Tenemos muy claro que para ganar al Baskonia debemos estar centrados los 40 minutos. Tienen jugadores buenos con calidad y en un gran equipo. Sabíamos que iba a ser difícil tener continuidad en todo momento en ataque y defensa. También teníamos claro que en situaciones puntuales y difíciles durante el partido, hemos sabido mantenernos sólidos a pesar de estar ante un gran equipo y en su casa.

Si hablara como aficionado y lo he oído, los veinte primeros minutos del segundo partido fueron increíbles con dos equipos jugando a tumba abierta. Si lo alargo a la serie y como técnico hay muchas variantes tácticas con jugadores que pueden salirse del guion. Sabíamos que iba a ser una gran final y tener que jugar al máximo para ganar. Estoy tranquilo porque veo a mi equipo crecer en el juego colectivo y para ganar la liga tenemos que jugar mejor el martes e intentar ser campeones.

Yo tengo claro. Quiero ganar el martes y ser campeón, pero en el vestuario de al lado también hay otro equipo que quiere ganar. Esta final habla muy bien de dos equipos que, tras 80 partidos, estamos jugando a tope y dándolo todo. Está siendo la final un combate duro. Hablamos de dos equipos con muchas armas, con bloqueos pick & roll, los pívots, los tiradores. Tenemos que ser capaces de dar nuestro máximo si queremos ganar esto.

Respecto a un posible cansancio es difícil decir quien está más perjudicado. El esguince de Voigtmann el viernes fue una putada y no he visto al equipo quejarse de ello. Baskonia ha seguido jugando pese a esa putada de la lesión del chaval. Los dos equipos estamos dando el máximo.

Tavares es un jugador desequilibrante que genera muchas cosas para el equipo a partir de su defensa. Lleva poco tiempo relativamente con nosotros y estamos encantado con lo que nos da al equipo. Entre el y Gustavo han cogido 16 rebotes y habla bien de mis pívots. Sobre Llull, seguro que está cabreado con su porcentaje y poco acierto y estará jodido. Lo importante no es meter canastas, y también no recuerdo un partido de Sergi en el que nos haya cogido cinco rebotes. No tengo nada que decirle y le considero un jugador inteligente. Entiende que esto puede pasar y que jugará un gran partido el martes".

JAYCEE CARROLL: “VOLVEREMOS EL MARTES PARA GANAR DE NUEVO”

"Hemos hecho muchas cosas bien. Ellos salieron inspirados y con una racha increíble, pero no nos volvimos locos y mantuvimos el plan para mejorar lo que no hacíamos bien. Al final mejoramos la defensa con acciones de Rudy, tapones de Tavares, esfuerzo de Campazzo. Ha sido una victoria de equipo, solo es triunfo más y nos queda mucho trabajo por delante.

Es difícil hablar sobre si es mi play off más sólido. Tuvimos un día malo el primer partido, aunque tuvimos opciones de ganar. Yo siempre pienso en que hacer para ayudar al equipo y volveremos el martes para ganar de nuevo el partido. No queremos esperar y dejar pasar una oportunidad de acabar con la serie y la temporada para cerrarla de la mejor manera posibles. Volveremos el martes con muchas ganas y a tope de competir.

Sobre el triple del 76-77 tenía ganas de tirarlo y aunque ví a Gustavo en el poste bajo, sentí el cuerpo de Beaubois y pensé que me haría falta. Sabía que entraría limpio o que no iba a tocar ni red. Es algo que pasa que cuando practicas mucho, tienes algo de suerte.

Es una gran final con dos equipos bien hechos, bien entrenados y con talento en la cancha. Es una gran final y estamos luchando igual que el Baskonia. Es una muy buena serie de baloncesto".