Agaete y la consulta ciudadana

Las Palmas de Gran Canaria

Mientras tengo clara la necesidad de quitar la cementera del Pajar en Arguineguin, por cuestiones medioambientales y de desarrollo económico, con la salvaguarda de los empleos y de los derechos de todos. No tengo nada clara la necesidad de que el gobierno de Canarias invierta 44 millones de euros en la ampliación del muelle de Agaete.

 Por mucho que coincidan empresarios y partidos políticos, salvo Podemos, el resto lo apoyó en la parlamento de Canarias. Tanto es así que Psoe y NC pidieron que se agilizaran las obras. Estos dos partidos que gobiernan el Cabildo de Gran Canaria y el ayuntamiento norteño quieren dejar ahora la decisión en manos de los vecinos de Agaete realizando una consulta popular que rechaza CC.

 Y miren lo que son las cosas, El Cabildo negó la posibilidad de consultar a los vecinos de Tejeda cuando apareció el debate de un teleférico al Roque Nublo, porque tenían que decidir todos los grancanarios y sus instituciones y ahora en Agaete que decidan los ciudadanos. Bueno, pues ya se sabe que en política las contradicciones son habituales. Es decir las consultas a la población si me interesan. Vaya por delante que yo no estoy en contra de consultar todo a la gente, pero a quiénes, a los del municipio, a los de una comarca o a los de la isla o región. Y lo que es más importante, si deben o no ser vinculantes.

 Se entiende perfectamente a la plataforma ciudadana que está en contra de la ampliación del muelle para que puedan atracar dos barcos al mismo tiempo, solo para que la otra empresa del sector pueda competir. Al parecer por tráfico no se necesita más espacio, que el puerto no ha conseguido mejorar en nada el desarrollo del norte de la isla y menos de Agaete. Añaden además que con esta ampliación se daña el ecosistema marino y se pierde el encanto de unos de nuestros pueblos más tradicionales.

 El gobierno y los que andan a favor hablan de lo contrario, prácticamente con los mismos argumentos, habrá un puerto de pescadores, desarrollo para el norte y se mantendrá la playa y el encanto el lugar, dice el ejecutivo de Clavijo.

 Tanto el gobierno de Canarias tiene la obligación de explicar “menudito” las razones de la inversión (en las islas estamos hartos de inversiones mastodónticas y baldías que no han servido, por ahora para nada, véase el puerto de Arinaga o el caso de Granadilla en Tenerife. Y el Cabildo de Gran Canaria tendrá que mojarse, que para eso se gobierna, y tiene que decir que quiere o no quiere hacer.

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