Omar Fraile: "Es cumplir un sueño correr el Tour"
El ciclista de Santurtzi buscará un triunfo de etapa tras vencer en el Giro y en la Vuelta
Omar Fraile: "Es cumplir un sueño correr el Tour"
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Bilbao
El británico Chris Froome (Sky) ya escucha silbidos en Francia por el caso salbutamol, pero se siente motivado para unir su nombre al de Anquetil, Merckx, Hinault e Indurain en el "club de los 5 Tours" y ser el sucesor de Marco Pantani en la consecución del doblete Giro-Tour en la misma temporada.
Tras su triunfo discutido en los despachos, el cartel de favorito se ajusta al jefe de filas del Sky la víspera del inicio del 105 Tour en la isla de Noirmoutier, en la costa atlántica de la Vandée, la edición de pronóstico más abierto de los últimos años, a la que concurren como firmes candidatos, entre otros, el dúo del Movistar Nairo Quintana y Mikel Landa, apoyados por Alejandro Valverde; el holandés Tom Dumoulin y otro ejército con Bardet, Urán, Nibali y Richie Porte.
Muchos aspirantes para afrontar un Tour de recorrido variado y exigente a través de 3.351 kilómetros repartidos en 21 etapas: 8 llanas, cinco onduladas, 6 de montaña con tres llegadas en alto, 2 contrarreloj, una por equipos y otra individual y 2 jornadas de reposo.
Los grandes favoritos ya sienten los nervios del inicio. Todos lucen tipo afilado y se sienten dispuestos a alcanzar sus objetivos. Chris Froome, de 33 años y cuádruple ganador del Tour, será el hombre a batir. Tras meses de incertidumbre, tomará la salida con 30 días de competición en sus piernas y los títulos de la Vuelta y el Giro recientes.
Froome, muy protegido por sus agentes de seguridad, se muestra tranquilo a pesar de haber escuchado los primeros pitidos. En la carretera, su seguridad será un equipo de lujo.
El enemigo viene de Holanda, Tom Dumoulin (Sunweb), de 27 años, segundo en el Giro , sin demasiada presión y la ambición del maillot amarillo en París.
En la nómina de favoritos Movistar aporta tres grandes nombres: Nairo Quintana, con tres podios en el Tour, Mikel Landa, cuarto el año pasado y Alejandro Valverde, a sus 38 años hombre clave para la cohabitación entre sus dos compañeros a la hora de compartir los galones.
"Siempre venimos a ganar", dijo Unzue en el hotel del equipo de Cholet, pero "este año más", frase que resume la confianza del equipo telefónico ante su gran oportunidad. Nairo Quintana, de 29 años, llega sin el desgaste de otros años y preparado a conciencia para el Tour. Debe ser su año, un "ahora o nunca".
Mikel Landa, por su parte, admite a sus 28 años que la experiencia y resultados de Quintana pueden otorgarle al boyacense un grado más como jefe de filas, pero el alavés va en progresión y en 2017 se quedó a solo un segundo del podio.
Alejandro Valverde tiene asumido con 38 años un papel secundario, sin presión, pero importante por su calidad y experiencia.
La formación del Movistar la completan Marc Soler, Imanol Erviti, Daniel Bennatti, Andrey Amador y José Joaquín Rojas.
Pero el Tour, "una máquina de triturar ilusiones", como dijo Unzue, siempre depara sorpresas. Por los precedentes, la lista de candidatos se acuerda del francés Romain Bardet (Ag2r, 27 años), segundo y tercero en las pasadas ediciones, del australiano Richie Porte (BMC, 33 años), reciente ganador en Suiza y dispuesto a demostrar que puede optar al maillot amarillo después de su grave accidente de 2017.
Otro ilustre veterano, maestro de la ambición y el espectáculo, es el italiano Vincenzo Nibali (Bahrain), también de 33 años, uno de los 7 corredores de toda la historia con las tres grandes carreras en su palmarés. Con 39 días de competición y el triunfo en la Milán-San Remo el "Tiburón de Mesina" será un hombre espectáculo.
Atención también al colombiano Rigoberto Urán (Education First, 31 años), segundo en 2017, y en menor medida el esloveno Primoz Roglic (LottoNL-Jumbo, 28 años), el danés Jakob Fuglsang (Astana), el ruso Ilnur Zakarin. Mención especial al colombiano de 22 años Egan Bernal, la última joya cafetera que será pieza vital para Chris Froome.
Tras lanzar la carrera en 2005 y 2011, la Vendée lanzará la carrera entre tierra y mar, en el Atlántico, tierra ciclista, y rodará junto al mar la primera semana entre las regiones del País del Loira Bretaña.
Los esprinters, que también tendrán sus espacios de lucimiento, podrán asumir el protagonismo en las dos primeras etapas. Los Sagan, Cavendish, Kittel, Greipel, Demare y Groenewegem se darán cita entre los velocistas para estrenar el maillot amarillo.
Las primeras diferencias llegarán el tercer día en una crono por equipos de 35,5 kilómetros en Cholet. Luego el viento y los repechos harán de las suyas en Bretaña, sobre todo en las llegadas elevadas de Quimper y Muro de Bretaña, llegada que se repitió en 2011 y 2015.
La etapa más temida hasta la montaña es sin duda la novena, la del pavé de Roubaix. Froome dijo sentir "miedo" por esa jornada y todos coinciden que un mal día puede eliminar a cualquier favorito. El traqueteo en terreno del "infierno del norte" se repartirá en quince tramos y un total de 21' + Char(39) + '7 kilómetros. Del adoquín al descanso en la puerta de los Alpes.
Llegarán las tres etapas alpinas con puertos tradicionales e inéditos. Precisamente la primera jornada entre Annecy y Le Grand-Bornand presentará una gran novedad con el tramo de tierra del Plateau des Glières, primer escollo de categoría especial. La cima de La Colombière (1ª) está a 14 de meta.
Sin respiro se presentará una etapa corta de 108 kms con las subidas a Bisanne (HC), Pré (HC), Cormet de Roselend (2ª) y La Rosière (1ª) como final. Y para cerrar los Alpes la etapa del Alpe D' + Char(39) + 'Huez, con sus 21 curvas de leyenda. Antes, la Madeleine (Especial), Lacets de Montvernier (2ª), Croix-de-Fer (Especial).
Tras el otra jornada de descanso y el paso por el alto de Mende, en el Macizo central, la carrera llega a los Pirineos para vivir los momentos decisivos del Tour.
La 16ª etapa visitará brevemente España e incluye el Portet d' + Char(39) + 'Aspet (2ª), Menté (1ª) y rápida bajada desde el Portillón (1ª) hasta Bagnères-de-Luchon. Al día siguiente la jornada explosiva de 65 kilómetros sin un solo metro llano superando Peyragudes (1ª), Val Louron (1ª) y final en Portet (Especial), techo del Tour con 2.215 metros de altitud.
No acabarán ahí las emociones. El viernes día 27 otra jornada temible, con seis ascensiones entre Lourdes y Laruns, con el Aspin (1ª), Tourmalet (Especial) a mitad de recorrido y remate con Bordères (2ª), Soulor y Aubisque (Especial), a 20 de meta.
Si la general no queda definida siempre quedará la única contrarreloj individual, de 31 kilómetros por el País Vascofrancés, entre Senpere y Ezpeleta (Espelette). Ya solo restará la fiesta final en París.