‘El Correcaminos’

Algeciras

Soy de aquella generación de niños que a la hora de la merienda disfrutaba frente al televisor viendo las disparatadas aventuras del Coyote y el Correcaminos. No les negaré, que tarde tras tarde esperaba que el Coyote al final del episodio acabara atrapando al Correcaminos, pero iluso de mi eso nunca ocurría, por mucho que éste invirtiera en adquirir todo tipo de prototipos y productos de la Corporación Acme, al final un paso fulgurante del Correcaminos precedido por un “mic mic”, y todo el plan del Coyote se iba al traste.

Cierto es que el Coyote no hablaba y mostraba su decepción a través de un cartel, por tanto, poco efecto hubieran tenido sus más que razonables quejas sobre la mala calidad de los productos que esta corporación le enviaba para poder llevar a cabo su objetivo que no era otro que el de atrapar al Correcaminos.

Pues con el paso de los años, y alguna que otra cana ya en mi cabellera, puedo afirmarles que sigo siendo un iluso, aún pienso que con el esfuerzo y el trabajo se consiguen los objetivos y metas que uno se ponga en la vida, pero claro uno lee las noticias y “zas en toda la boca”, difícilmente por muy profesionales y cualificados que sean los integrantes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, éstos puedan dar caza a un narcotraficante correcaminos, cuando cuentan tan sólo con un todoterreno de más de veinte años que le ha proporcionado a bombo y platillo nuestra Corporación Acme Gubernamental.

Y es que parece una broma de mal gusto, que ante al poder tecnológico ilimitado de las redes del narcotráfico se quiera hacer frente a las mismas, no sólo con pocos medios, sino que además éstos están obsoletos, el agente tiene un doble riesgo, el de aquél que no teme embestirle para escapar de un control, y el que le paren por no tener pasada la ITV el coche oficial que conduce.

Al tratarse de la Guardia Civil, ocurre igual que con el coyote poco o nada pueden hablar, quizás un cartel mostrando su desencanto bajo el cobijo de las Redes Sociales, ya que hacerlo de manera pública o ante sus mandos puede acarrear más perjuicios que logros, eso es lo que tiene pertenecer a una Institución de carácter Militar.

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Ya comenté en otra ocasión que el lema del guardia civil es: “El Honor es mi Divisa”. Y este es el valor principal que debe asumir todo guardia. Siendo este honor un conjunto de obligaciones que, de no cumplirse, hacen que se pierda. Por lo tanto, el honor tiene un código: una serie de cualidades basadas en ideales de lo que constituye un comportamiento honorable.

Tras tener conocimiento de tales noticias, no puedo más que revelarme ante lo que considero un acto desleal, un comportamiento poco honorable, y una falta de consideración con aquellos que día a día se dejan el alma y por qué no decirlo también la piel en sacar adelante su trabajo, que por cierto está económicamente muy mal retribuido.

Si algo tienen estos servidores públicos, es ese Honor, del que por desgracia ha destacado por su ausencia en aquellos gobernantes que no cuidan de los suyos, sin pensar que el tiempo pasa y puede que a ellos les ocurra lo mismo en el futuro.

 Quizás sea más necesario e importante el cambio del coche oficial en las altas esferas, ya que usar un helicóptero para un trayecto de 25 kilómetros consume bastante y sabemos que los combustibles van a subir dentro de poco, y más importante que dotar de los medios adecuados y modernos a los agentes para acabar con la lacra del narcotráfico, no obstante como nuestros actuales dirigentes son mucho de reciclar quien sabe si en los próximos días anuncian que para la comarca nos harán entregan de varias de las carrozas que han desfilado en Madrid en estos días pasados para llenarlas con los cientos de inmigrantes que no paran de llegar a nuestras costas.

Un saludo, me despido y disfruten de las vacaciones ¡aquellos que puedan!