La memoria de un río...

Córdoba

Han venido desde diferentes puntos de España para participar en un campo de trabajo en el que compartir experiencias sobre la Memoria Histórica.

Se trata del segundo campo de voluntariado juvenil dedicado a la memoria histórica del río que se celebra en Almedinilla. Lo organiza el Instituto Andaluz de la Juventud, y colaboran en él,  el Ecomuseo del Río Caicena, el Museo Histórico de Almedinilla, la Plataforma cordobesa para la Comisión de la Verdad y la Asociación para la defensa del patrimonio histórico y documental de Priego.

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TOCAR LA HISTORIA CON TUS MANOS

En Almedinilla como en otros muchos municipios las huellas del a Guerra Civil española y de la posguerra quedaron sumidas en el olvido y en el dolor de las familias.

Almedinilla , por su posición geográfica, en el límite de las provincias de Córdoba , Jaén y Granada, tuvo una situación muy relevante como zona de frente.

Hermanos enfrentados en uno y otro bando desde las trincheras del Cerro de la Cruz, hasta la Sierra de Vizcántar.

José María Chica el director coordinador del campo de voluntariado explica que en un pueblo pequeño como es el caso de Almedinilla, donde hoy viven cerca de 2.500 personas, se generó un conflicto muy duro y durante mucho tiempo porque la Guerra enfrentó a las familias.

Con este proyecto, el segundo que se dedica a la memoria histórica de Almedinilla, se están recuperando los lugares físicos, pero también la memoria oral de los habitantes del pueblo, que se está perdiendo.

Se quiere completar la limpieza arqueológica del trazado de las trincheras del Cerro de la Cruz, convertir el puesto de mando avanzado en un observatorio de aves, y se intenta también localizar una fosa común que según los testimonios orales se encuentra cerca del Arroyo de los Conejos.

El trabajo lo realizan jóvenes de entre 18 y 20 años llegados de todo el país, que no saben cómo expresar la emoción de tener en sus manos parte de la historia de un momento tan trágico para la población.

Con apenas 20 años, no llegan a entender por qué pasó y por qué aún sigue habiendo familias que no han podido enterrar o localizar a sus familiares que siguen en fosas comunes como la que buscan ahora, la del Arroyo Conejos, como le llaman en el pueblo.