La mujer empieza surcar los cielos
La primera en tener un título de piloto de aviación fue Mª de la Salud Bernaldo de Quirós
Fuenlabrada
Esta mujer, hija de aristócratas, aprobó el examen a principios de octubre de 1928 y recibió licencia de la Escuela Nacional Aeronáutica, siete años después de que el primer piloto varón español, Benito Loygorri, hubiera realizado su primer vuelo.
Es tras su segundo matrimonio cuando empezó sus clases de vuelo, aunque desde pequeña su sueño era volar. Un sueño que hizo realidad y en el que destacó con acciones como volar en 1929 sobre el coche del Infante Don Jaime de Borbón y Battemberg o al recibir la insignia de aviación militar del Real Aeroclub de España, una distinción poco frecuente.
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Mujer moderna, fue una de las primeras que se acogió a la Ley de Divorcio de la Segunda República y reivindico el papel de la mujer, porque como llegó a decir en una entrevista, “puede hacer algo más que simplemente bordar”.
Pero, la primera mujer instructora de vuelo en España nació en Barcelona en 1913. Maria José Colomer i Luque , más conocida como Mari Pepa Colomer, ingresó en 1930 en la Escuela de Aviación de Barcelona y en 1931 consiguió su licencia oficial de piloto, llegando a saltar a la fama por lograr aterrizar un Zeppelin en el aeródromo de Barcelona. todo un acontecimiento. Fue ya en 1935 cuando se convirtió en la primera mujer instructora de vuelo en España. Más tarde en la Guerra Civil se ocupo de formar nuevos pilotos para las Fuerzas Aéreas de la República Española. Al final del conflicto bélico se exilio y paso los últimos años de su vida en Inglaterra, donde nunca más volvió a pilotar un avión.
María de los Ángeles Fiol, piloto y mecánica de aviones
Fiol obtuvo la Licencia de Transporte de Linea Aérea en 2015. Con ello está capacitada para pilotar aviones, aunque precisa que es el primer paso, ya que después hay que hacer un curso específico del avión que se vaya a pilotar.“Por ejemplo, si es un Airbus 320, el avión comercial más típico, hay que conseguir una habilitación de tipo a través de un curso formativo, para poder llevarlo”.
Ella sigue siendo una pionera en este mundo, porque cuando consiguió la Licencia, en su academia había tres promociones, 40 alumnos en total, de los que solo dos eran mujeres.
A pesar de todo, no lo cambiaría por nada- “Cuando llevas por primera vez tu sola un avión es extraordinario, una sensación de libertad, de paz, de control…, es magnífico”.
Para poder pagarse los estudios de la profesión con la que había soñado desde pequeña, ingresó en el Ejercito y se especializó en mecánica de aviones. Todo relacionado con el mundo de la aviación, que para María de los Ángeles Fiol es más que una profesión, es una pasión.