Mujeres en Arqueología, cuando la profesión deja de ser un mundo solo para aventureros

Fuenlabrada

Encarnación Cabré Herreros, nacida en Madrid en 1911 fue la primera mujer en España que se dedicó a la Arqueología, con gran número de publicaciones y exponiendo en los más prestigiosos congresos internacionales sus conclusiones y hallazgos. Entre sus aportaciones más destacadas se encuentran sus estudios de la Colección Cerralbo, según indica Elena Sánchez Moral, historiadora y experta en Género.

Estudió en la Universidad Complutense y en Alemania. Era hija del considerado padre de la arqueología española, Juan Cabré Aguiló, con el que trabajó en muchas excavaciones, pero su prestigio lo consiguió no gracias al nombre paterno, sino a sus trabajos y esfuerzo.

María Braña de Diego, madrileña nacida en 1912, fue también una arqueóloga destacada y brillante, aunque también es conocida por su labor de maestra y conservadora de museo. Llegó a trabajar en pinacotecas como el Museo del Prado, el de Córdoba o el Arqueológico Nacional.

Lourdes Prados, profesora titular de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid

Lourdes Prados, catedrática,experta en Arqueología y Género y profesora titular en la Universidad Autónoma, asegura que en la actualidad hay bastantes estudiantes mujeres en esta disciplina y la presencia femenina en la profesión está más normalizada.

Prados llama la atención sobre como las mujeres prácticamente no aparecían desde la Prehistoria en el mundo de la Arqueología, “se hablaba de la evolución del hombre y no de la Humanidad y los restos solían ser de varones”, afirma. Se trataba de un problema del planteamiento desde la investigación y por eso era necesario introducir la perspectiva de género en este mundo.

La Arqueología, reivindica Prados, no solo tiene que estudiar a faraones, por ejemplo, “si no a la gente normal y corriente y no se trata de descubrir siempre tesoros. Todo te da información de una época determinada”, recuerda.