La familia así lo venía avisando. El joven, que pesa más de 350 kilos, necesita oxígeno para respirar y atención constante, pero el hospital le había dado el alta médica. Así que este martes, en un rocambolesco viaje, Teo fue del hospital a su casa, de su casa al centro de salud de Turís y de ahí, vuelta al principio: al hospital de Manises, donde la noche del martes volvió a ser ingresado, según han confirmado a la SER fuentes familiares. El joven con obesidad mórbida salió el martes del Hospital de Manises tras permanecer una semana ingresado, fue trasladado en un camión de mercancías hasta Turís, porque la camilla de las ambulancias no soportan su peso. Como la cama donde le llevaban no cabía por la puerta de su casa decidieron instalarlo en la sala de espera de Pediatría del centro de salud. Su hermana Débora Rodríguez, asegura que durante todo este periplo Teo estuvo «con muchos nervios, calor y sin estar asistido por ningún médico». La noche del martes, a última hora, volvió a padecer una insuficiencia respiratoria y tuvo que montarse de nuevo todo el dispositivo para ser trasladado de nuevo al hospital donde permanece ingresado en Manises.