¿Cuál sería el sabor del café de Colmenar Viejo?

Madrid

Colmenar está en fiestas. Hoy han comenzado y a mí me ha llegado un correo electrónico donde se me invita, de forma indirecta, a formar parte de ellas. Bueno, seamos sinceros, solo pone "son las fiestas de Colmenar Viejo" pero, para mí, esto ya es una invitación más que formal. Son las 9 de la mañana. Me levanto y voy a Atocha. La línea C4 dirección Colmenar Viejo (cuidado, también está la misma en dirección Alcobendas y esa no te lleva a Colmenar) tiene una frecuencia moderada, de un tren cada 15 minutos aproximadamente. Después de un viaje de cuarenta minutos llego a mi destino. No hay nada. Estoy en un polígono. Alguien me avisa: "para llegar al pueblo tienes 20 minutos largos caminando; la otra opción es coger un bus que están justo aquí en frente". ¡Bravo! ¡Cogeré un bus!

LLEGANDO AL CENTRO DE COLMENAR VIEJO

No ha sido buena idea. El bus tarda el mismo tiempo en llevarme al centro que el que hubiera tardado yo caminando. No lo sabía. Me cuentan unos vecinos que hubo un día en el que el bus de línea atravesaba el centro del pueblo. Ahora no está disponible por falta de espacio. Se preguntan por allí que por qué hace 50 años sí pasaba y ahora ya no. Me dirijo hacia la plaza del Ayuntamiento, desde allí voy a la carpa que esta situada al lado de la Plaza de Toros. En un bar de la zona me pido un café y conozco al club ciclista de Colmenar Viejo.

LA CARPA DE LAS FIESTAS: ACTIVIDADES INFANTILES 

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Cerca del bar se sitúa la carpa que os acabo de comentar. Aquí se van a celebrar gran parte de las actividades del programa de las fiestas que, os recuerdo, comienzan hoy. Dentro de la carpa los juegos infantiles se desarrollan viento en popa y los más pequeños se lo pasan pipa. Fuera las cervezas corren de mano en mano. Me acerco a preguntar a la gente qué puede llevar de especial el café si fuera creado en Colmenar Viejo; me cuentan que llevaría "manolitos", cruasanes típicos de Colmenar Viejo.

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JUGANDO AL TRUE STORIES 

No conozco los manolitos así que decido probarlos. De regreso a la plaza del Ayuntamiento (me queda para llegar una media horita y sé que estoy lejos aún porque los lugareños suspiran al indicarme el camino). Decido pararme en medio del camino en un pequeño parque donde conozco a Beatriz y a sus hijos. Se anima y juega con nosotros al True Stories de Generación X. Mientras, de paso, me va contando las cosas que me quedan por ver en Colmenar Viejo. Me señala dos: la basílica y el lagar. ¡Para la próxima visita!