Mil toneladas de hormigón para el nuevo puente sobre el Arlanzón

Burgos

El nuevo puente sobre el Arlanzón, que servirá para cerrar la Ronda Interior Oeste de la ciudad en la zona de Fuentecillas, entra en su fase definitiva de construcción con el volcado de 1.000 toneladas de hormigón sobre una estructura metálica de 320.000 kilos, que configuran una infraestructura llamada a transformar la movilidad urbana. Así lo ha reiterado el alcalde de Burgos, Javier Lacalle, en otra visita a una de las obras más emblemáticas de su actual mandato, con una inversión de unos 5 millones. La obra del 'Puente de las Rebolledas', que se llamará oficialmente de la Universidad, lleva un considerable adelanto sobre los plazos establecidos, asegura Lacalle, que espera poder abrir al tráfico el nuevo puente antes de final de año, si el tiempo lo permite. No obstante, los 15 meses de obras se pueden prolongar hasta el próximo mes de abril. Mucho antes, en octubre de este año, ya se podrá restablecer el tránsito por el Paseo de Fuentecillas. El nuevo puente conectará la Avenida Valentín Niño con el campus universitario en la Carretera Valladolid a través de 750 metros con 4 viales, carril bici y aceras, por el que se calcula puedan circular entorno a 20.000 vehículos diarios. Ante algunas críticas vecinales, el alcalde Lacalle ha garantizado el respeto medioambiental con el entorno aunque reconoce que se han tenido que talar entre 6 y 8 árboles de gran porte por la envergadura de la nueva estructura, que triplica el volumen del viejo puente de Los Ingleses. Lacalle ha anunciado la realización de un estudio que cuantificará exactamente la superficie forestal y zonas verdes que tiene la ciudad tras los datos de la Consejería de Fomento que dejaban a Burgos por detrás de otras capitales de Castilla y León en este aspecto.