Tres regalos y falta de actitud (3-0)

Córdoba

Perder en Albacete entra dentro de lo posible y no pasa nada. Caer sin actitud, sin ganas y concediendo errores imperdonables en defensa, no tanto. El Albacete goleó al Córdoba, sencillamente, porque le puso más intensidad y aprovechó el desastre defensivo en que se convierte la zaga cordobesista cada partido desde que empezó la liga. Urge cambiar cosas y hacerlo ya. Si eso significa sentar en la grada pesos pesados, se hace. No es casualidad encajar más de tres goles de media en tres partido y el entrenador lo sabe. Ahora toca tomar medidas para que esto cambie, porque hay tiempo para hacerlo.

Sandoval planteó un cambio de sistema, pero su plan se vino abajo en apenas tres minutos... los que tardó Aythami en cometer un penalti tan absurdo como evitable. El gol de Eugeni desconcertó al Córdoba, que poco después, en un córner vio como llegaba el segundo tanto. De nuevo Aythami erraba en la marca sobre Caro que solo tuvo que cabecear solo para batir a Abad.

Con el 2-0 el Albacete se dedicó a controlar la situación ante un Córdoba sin ideas en el que solo Piovaccari mostró algo de ganas y poco más.

Tras el descanso, Sandoval dio entrada a Aguado y Araújo. El equipo mejoró algo y por un momento pareció que se podía meter en el encuentro, pero nada más lejos de la realidad. De nuevo un penalty evitable y tremendamente infantil de Quintanilla sentenciaba la tarde. Zozulya no perdonó y marcó el tercero.

A partir de ahí, el Córdoba desapareció fue el Albacete el que pudo hace el cuarto con un balón que se estrelló en el palo.

Hay tiempo por delante para cambiar la situación. Sandoval sabe lo que tiene que hacer: Poner a los mejores, pero sobre todo, poner a los que de verdad estén dispuestos a empujar de verdad desde ya. Hay plantilla para competir, pero no se puede ni se debe perder más tiempo.