¿Por qué no debe haber un sindicato de prostitutas?

PALMA

La secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, de quien depende la dirección general de este área que firmó el anuncio que constituía el sindicato de prostitutas, suscribió en el año 2015 un artículo coral publicado en El País que abogaba abiertamente por la regularización de la prostitución y su reconocimiento como “actividad mercantil”.

A raiz de la polémica que se originó en agosto por la autorización por parte del Gobierno de un sindicato de trabajadoras sexuales, analizamos con Gema Montes los argumentos a favor y en contra de la normalización de la prostitución, con el ejemplo de Alemania, donde 15 años después de la ley que se aprobó para regular esta actividad, sus efectos han sido muy distintos a los que algunos considerarían deseables. Algunos de esos efectos, apuntan los expertos, han sido la "industrialización" de la prostitución y la existencia de tarifas planas. Una cadena de estos burdeles con tarifa plana llamada “Pussy Club” llegó a los titulares de los periódicos cuando, en su inauguración en Junio de 2009, 700 hombres hicieron cola para acceder al lugar.

Las largas colas en las puertas de las habitaciones de las prostitutas se prolongaron hasta la hora del cierre, con muchas de ellas desmayadas de cansancio, dolor, heridas e infecciones, incluyendo dolorosos sarpullidos e infecciones de hongos que se extendían por sus piernas desde sus genitales.