Mantienen la petición de 11 años de cárcel para el agresor del abreostras
La defensa pide que se aplique la eximente de alcoholismo

El acusado durante la celebración del juicio / Radio Palencia

Palencia
La Audiencia Provincial de Palencia ha dejado visto para sentencia el juicio seguido contra F.M.B. que fue juzgado como presunto autor de un delito de homicidio intentado y amenazas después de apuñalar a su expareja con un abreostras en la calle Fernando El Magno de la capital en marzo del pasado año en presencia de sus hijos menores de edad. La defensa del acusado pide la libre absolución para su patrocinado o alternativamente un delito de lesiones al considerar que a F.M.B. habría que aplicarle la eximente de alcoholismo.
El Fiscal mantiene la petición de 11 años de cárcel por un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de amenazas (9 años por el primero y 2 por el segundo). Mientras tanto, la acusación particular ejercida por la mujer, M.M.M solicitó finalmente para el acusado un total de 17 años y medio de prisión, así como varios años de alejamiento tras cumplir la pena que le puedan imponer, al incluir también la comisión de los delitos de amenazas y maltrato habitual. Se trata de la misma calificación que ha suscrito la Asociación Clara Campoamor, que ejerce la acción popular, según los escritos de calificación.
En la primera sesión de la vista, F.M.B. aseguró ante el tribunal que no recordaba nada de lo sucedido debido a que había bebido ingerido importantes cantidades de alcohol además de haber tomado pastillas. A preguntas de fiscal, acusaciones y defensa, F.M.B. reiteró que no recordaba nada de lo sucedido en la calle hasta que llegó al complejo hospitalario «y me lo contaron los policías».
El acusado, que reconoció que ya con anterioridad había ingresado en prisión por quebrantar una orden de alejamiento tras ser condenado por un delito relacionados con la violencia de género, insistió en que durante la semana previa a los hechos había ingerido «mucho alcohol» y que no recordaba nada, pese a que la analítica médica a la que fue sometido no encontró indicio alguno, hecho que no supo explicar. Asimismo, sí reconoció que el abreostras que llevaba consigo durante la agresión era suyo y que lo utilizaba cuando disfrutaba de la afición a la pesca.
La víctima, M.M.M., que declaró detrás de un biombo para evitar ver al acusado, corroboró la agresión que sufrió. En este sentido, apuntó que salvo los primeros meses de convivencia, su relación con el procesado «había sido mala». «Es una persona obsesiva y me controlaba en todo momento a través del whatsapp».




