Tarjetas contactless

Alicante

La desconfianza que la gente siente por las tecnologías resulta un gran acicate para que las empresas se pongan las pilas y redoblen los esfuerzos en hacer que sean más confiables y más funcionales. No olvidemos que el objetivo final de las empresas es maximizar beneficios, por lo que podemos apostar que sin motivaciones de esta u otra naturaleza, no se tomarían tantas molestias en estas cuestiones. Así pues, bienvenida sea la desconfianza.

Sin embargo, desde el punto de vista de los consumidores, debemos reconocer que la mayor parte de las veces toda esta desconfianza por las tecnologías no está realmente justificada y se debe más al natural rechazo a todo lo nuevo que a verdaderos peligros.

Es el caso de las nuevas tarjetas con chip, capaces de funcionar sin tener que tocar físicamente ningún otro dispositivo. Las denominamos tarjetas contactless o tarjetas NFC, debido a la tecnología que tienen detrás.

A pesar de proporcionar unos niveles de seguridad jamás vistos antes en las transacciones comerciales, no podemos evitar sentir que es muy fácil que metan mano a nuestros preciados ahorros.

Nuevamente, es cierto que no se puede afirmar que sea una tecnología cien por cien segura, pero es que esa afirmación es totalmente válida para cualquier tecnología, procedimiento o aspecto de nuestras vidas. Por lo tanto, la verdadera pregunta debería ser si la seguridad que proporciona es suficiente o, al menos, mejor que las tecnologías y procedimientos anteriores.

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Esta semana veremos cuáles son los puntos débiles y los puntos fuertes de este tipo de tarjetas, de forma que cada cual pueda valorar si merece la pena poner su confianza en ellas o no.

Francisco Maciá es doctor Ingeniero en Informática y profesor titular en el Departamento de Tecnología Informática y Computación de la Universidad de Alicante.