Los pensionistas ven positivo pero no suficiente que el SMI suba a 900 euros
Bilbao
Jubilados y pensionistas vascos se han movilizado este lunes de nuevo en demanda de una pensión mínima de 1.080 euros al mes y han considerado positivo, aunque insuficiente, el acuerdo presupuestario entre el Gobierno y Unidos Podemos para subir hasta 900 euros el salario mínimo interprofesional (SMI).
En Bilbao, miles de jubilados y pensionistas se han concentrado ante el Ayuntamiento en demanda de pensiones públicas "dignas", nueve meses después de que, el pasado 15 de enero, iniciaran este tipo de protestas, y han anunciado su intención de mantener las movilizaciones por entender que sus reivindicaciones "no han mermado en nada".
Los portavoces del movimiento de pensionistas de Bizkaia han considerado "positivo" el acuerdo presupuestario entre el Gobierno del PSOE y Unidos Podemos para subir hasta 900 euros el salario mínimo, aunque han estimado que "todavía está bastante distante" del SMI de 1.200 euros que reclaman los jubilados y pensionistas.
Han insistido en que la pensión mínima de 1.080 euros y el salario mínimo de 1.200 euros siguen siendo sus reivindicaciones y han mostrado su esperanza en que el proyecto de presupuestos generales del Estado para 2019 sea "mejorado sustancialmente" y se incorporen "más partidas" para ir "acercándose" a la pensión mínima que reclaman.
Tras señalar que no se pueden dejar "engañar con promesas", los portavoces de los pensionistas vizcaínos han señalado que "lo poco conseguido hasta ahora ha sido gracias a la movilización y a la presión", por lo que han expresado su "confianza" en que "seguir movilizándose" es el "único modo de mejorar las ofertas" que les hagan. Han remarcado que saldrán a la calle "otros nueve meses más o lo que sea necesario".
En San Sebastián, como cada lunes, los pensionistas han celebrado una asamblea en los jardines de Alderdi Eder, donde Maite Arregi, una de sus portavoces, ha leído un comunicado en el que ha calificado de "buena noticia" el acuerdo del pacto presupuestario entre el Gobierno del PSOE y Podemos que prevé aumentar hasta los 900 euros el SMI.
Arregi ha señalado no obstante que "para que haya pensiones dignas, tienen que subir los salarios" y por ello ha propuesto un incremento mayor del SMI, hasta los 1.200 euros, al tiempo que ha reclamado al Gobierno Vasco que "complemente las pensiones más bajas hasta los 1.080 euros" porque "en Euskadi hay riqueza suficiente" y las Haciendas forales "tienen a su disposición instrumentos para obtener una mayor recaudación".
Seguidamente, los pensionistas han recorrido en manifestación las calles céntricas de San Sebastián, encabezados por una pancarta con el lema "Sistema público vasco de Seguridad Social. Pensión mínima 1.080 euros/IPC".
A diferencia de ocasiones anteriores, en las que la marcha concluía en el Boulevard donostiarra, en esta oportunidad los manifestantes han prolongado su recorrido hasta el Ayuntamiento de San Sebastián, donde su representante María Serrano ha leído un nuevo comunicado para pedir que se retire la "sanción impuesta" a un pensionista por dibujar sobre la arena de la playa de La Concha la reivindicación de este colectivo en favor de una pensión mínima de 1.080 euros.
En Vitoria, cerca de trescientas personas se han concentrado en la Plaza de España, desde donde han partido en manifestación hasta la Plaza de la Provincia, frente a la sede de la Diputación Foral de Álava, en defensa de unas pensiones públicas dignas.
Allí un portavoz de los pensionistas alaveses ha leído un comunicado en el que ha recordado que la calidad de vida de este colectivo depende también de la recaudación fiscal, en manos de la institución foral.
En este sentido, han denunciado que mientras que la recaudación por impuestos en Álava "está creciendo", el Impuesto de Sociedades "está al nivel de hace diez años" y que las prestaciones económicas por cuidado familiar, pese a que se han actualizado después de seis años, "siguen siendo insuficientes".
También han criticado que sigan creciendo las listas de espera para acceder a las residencias forales y han reclamado una mejora de los centros de día, así como fortalecer y abaratar el servicio de ayuda a domicilio