El asesinato de Alexandra fue una emboscada planificada, según la Policía

Zaragoza

Fue una emboscada preparada racionalmente. Es la conclusión a la que llega el instructor que llevó a cabo la investigación por el crimen de Alexandra Rodica en julio de 2016. Una declaración que ha ratificado en la segunda sesión del juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Zaragoza. Todos los agentes han coincidido en que la imagen que se encontraron fue dantesca, con la victima en el suelo ensangrentada y el agresor con el cuchillo clavado en su cabeza.

Según ha narrado en la sesión uno de los policías durante el juicio, el menor "manifiesta que habían quedado con el padre en esa zona; en ese momento, su madre lo dejó fuera del portal y vio que empezaban a discutir, que su padre había golpeado a su madre, que vio que sacaba como un cuchillo o algo de una caja que tenía y le golpeó". Y continuaba diciendo que "su madre se quejaba mucho 'de la tripa', que estuvo llorando mucho, que vio a su madre salir, que la atendieron unos señores y después, según dijo textual, 'mi padre se ha matado'".

Las diligencias concluyeron que aquello había sido preparado a conciencia, porque "conocía perfectamente los horarios de entrega y lo que él hace es aprovecharse de esa situación, de ese punto de contacto para, en lugar de actuar conforme al protocolo establecido, emboscarse en el interior del portal y esperarla en un sitio donde tenía pocas posibilidades de huída" por lo que "entiendo que esa espera, esa actitud, está planificada racionalmente".

También comparecía la hermana del acusado que manifestaba que Alexandra dificultaba las visitas del niño con su padre. Si embargo, desconocía la existencia de una orden de alejamiento.