Cuarta pintada consecutiva en el Metro de Madrid

Madrid

Es la cuarta mañana consecutiva que un vagón del Metro de Madrid amanece con un grafiti. Esta vez un grupo de cuatro o cinco personas ha pintado 18 metros de un tren de la línea 7b en la estación de Hospital de Henares sobre la 1.20 de la mañana.

La noche de Halloween a las 00.40, en la estación Arroyo Culebro de la línea 12, se produjo una entrada masiva de grafiteros que accedieron a la cabina de un tren y coaccionaron al conductor para que lo moviese y así poder hacer las pintadas. Según fuentes policiales, esa misma noche, a las 2.45 en la estación Universidad Rey Juan Carlos, un grupo de grafiteros asaltó el metro y realizaron pintadas. En esta ocasión, el maquinista tuvo que ser atendido tras sufrir un ataque de ansiedad.

El viernes 2 de noviembre, a las 21.45, entre cuarenta y cincuenta grafiteros entraron en la estación de las Rozas, produciendo un enfrentamiento con la Policía Nacional. Lanzaron botes de espray y les rociaron de pintura, por lo que varios agentes tuvieron que ser asistidos por un médico. En la operación, la Policía incautó un total de 250 botes y detuvo a un joven de 20 años. A estos incidentes se le suma el de la madrugada del jueves en la estación de Marqués de Vadillo.

El Sindicato de UGT en Metro ya ha pedido que se instalen nuevos sistemas de apertura de cabinas para garantizar la seguridad de los trabajadores y usuarios. Teo Piñuelos es su portavoz: "Nosotros pensamos que algo falla en el metro. Hemos pedido que se instalen sistema en los que se abran las puertas de la cabina mediante una tarjeta o códigos. De forma que nadie que no esté autorizado pueda entrar. Estamos preocupados por la seguridad de los trabajares, pero también por la de los usuarios. Los grafiteros entran en las cabinas y ahí están los mandos del tren", explica Piñuelos.

Los sindicatos pedirán una reunión a la empresa gestora de transportes para pedir explicaciones de estos incidentes y saber qué medidas se tomarán al respecto. "Exigiremos una reunión para que nos expliquen cómo es posible que tantos días seguidos ocurra esto", afirma Teo Piñuelos.

Fuentes del Metro de Madrid aseguran que ya han informado de estos incidentes a la Policía Nacional y a la delegación de Gobierno, y que "es el cuerpo de seguridad del Estado el que tiene que encargarse de la seguridad", un tema que les parece "una preocupación importante". Según sus datos, la limpieza de los vagones con grafitis tiene un coste anual aproximado de 1 millón de euros.