Marie Curie en Valencia

Valencia

Cuando desde una parte interesada repiten hasta la saciedad que los cambios de nombres de calles son una pérdida de tiempo, que solo responden al interés político y sectario del gobierno que lo lleva a cabo, siempre les pongo el mismo ejemplo: "Ve a la calle de Marie Curie y dime qué hay de sectario en dedicarle una calle a la primera mujer en ganar un premio Nobel, a cambio de quitársela a un ministro franquista responsable de grandes obras de infraestructura construidas gracias a la utilización de prisioneros republicanos como mano de obra esclava. Nada. Detrás de estos cambios solo hay dignidad y respeto por los derechos humanos y los principios democráticos".

Y no solo eso, detrás de estos cambios en el nomenclátor callejero también hay grandes historias de nuestra ciudad. La primera es la que, a pesar de algún incrédulo, sitúa a Marie Curie en Valencia en mayo de 1931. Según las crónicas, Marie Curie y su hija fueron invitadas por el gobierno de la recién estrenada República Española a visitar nuestro país. El viaje oficial les llevó por Madrid, Toledo, Granada, Murcia y Valencia, donde hicieron noche el 1 de mayo de 1931. El Dr. Trigo, famoso farmacéutico inventor del Trinaranjus, y en esos momentos Alcalde de Valencia, ejerció de cicerone de la eminente científica y su hija, a las que llevó a visitar el puerto, los Viveros, la Gran Vía y el Ensanche y finalmente la Lonja, que cautivó sobre manera a las ilustres visitantes.

La segunda historia entrelaza ese mismo día de 1931 a nuestro doctor Peset Aleixandre con la universal Marie Curie, a la que quiso conocer en persona y presentar sus respetos como vicerrector de la Universitat de València. Ya sabemos cuál fue el destino del doctor Peset al acabar la guerra. Hoy, la avenida de Peset Aleixandre cruza la calle de Marie Curie en un giro poético del nomenclátor.

Y la tercera, aquel mismo día, con Marie Curie de nuevo como protagonista, junto a otro eminente médico valenciano, el doctor Salvador Monmeneu, especializado en radiología, y la Liga Valenciana contra el Cáncer, a la cual, según la prensa de la época, Marie Curie le dedicó unas palabras de aliento en su lucha contra esta lacra, ya tan patente en aquella época.

Hasta aquí un pequeño ejemplo de por qué los nombres de calles nos pueden ayudar a comprender mejor nuestra historia. La historia de vida y dignidad. La de Marie Curie, Peset Aleixandre y la Liga Valenciana contra el Cáncer. La otra no, la de muerte y esclavos, no tiene lugar en nuestro espacio público.