Poco optimistas

Tan bien no deben ir las cosas cuando alrededor del 80 por ciento de los españoles teme otra crisis económica en los próximos años. Son datos de una encuesta realizada por el diario El País y que arroja porcentajes más preocupantes. Por ejemplo, el 28,6 % de los encuestados en España responsabiliza a los inmigrantes -mucho o bastante- de la crisis económica, una cifra que alcanza el 43,6 % entres las clases con menor poder adquisitivo. Después nos extrañamos de las actitudes xenófobas cada vez más habituales y que algunos partidos están utilizando en España -y no solo en nuestro país-.

Relacionar crisis con inmigración es un error de libro, pero es una estrategia que unos pocos han logrado colar en el debate público. Cuando el discurso tiene que asustar se habla de la llegada de millones de africanos; cuando se tiene que sobredimensionar se declara la situación de emergencia humanitaria; y así se va conformando un caldo de cultivo peligroso que habla de un enemigo exterior culpable de todos nuestros males. Lo peor es que muchos de los que fomentan este tipo de discursos intentan tapar sus vergüenzas de esta manera: fomentando el odio.

Ahora que estamos recordando el fin de la I Guerra Mundial, no estaría mal repasar la historia del siglo XX para recordar a donde nos llevaron las banderas y los odios.