¿Qué pasa en la Arandina?
El proyecto deportivo se dispara con liderato y resgistros históricos incluidos. Mientras, el técnico De los Mozos muestra su disconformidad con el Ayuntamiento por los trabajos en El Montecillo para adaptar el terreno de juego como campo de rugby. Y por otra parte una serie de socios piden transparecia a la actual directiva tras "475 días sin información económica"

Los seguidores blanquiazules reciben información sobre la petición de transparencia por parte de algunos abonados -arriba i.-. Javiér Álvarez de los Mozos, en sala de prensa -arriba d.-. Parte del once titular ante el Júpiter -abajo i.-. Octavilla que se / Cadena SER

Aranda de Duero
¿Qué está ocurriendo en la Arandina? Podría entenderse que, con un equipo en lo más alto de la clasificación y con una escuadra que bate sus propios registros y otros tantos a nivel nacional, todo fuera un completo éxito. Pues no. En Aranda de Duero eso no es así.
La tarde del domingo en El Montecillo ha dado para mucho. Desde los prolegómenos del encuentro hasta el tiempo posterior a las ruedas de prensa, las informaciones en ámbito institucional iban tomando calado en la grada y en el entorno del club. Tres horas que han dado para mucho. Tanto como para que el entrenador haya señala directamente al Ayuntamiento como responsable de condicionar sus objetivos al trato que reciben. O para que un sector de la afición recuerde a la actual Junta Directiva que debe presentar cuentas públicamente, exigiendo una asamblea ordinaria de socios.
Rocambolesco todo pero más cierto aún.
DE LOS MOZOS CARGA CONTRA EL AYUNTAMIENTO
El entrenador del cuadro ribereño, Javier Álvarez de los Mozos, a quienes todos apuntan como el arquitecto de lo que está logrando este equipo, ha cargado contra el Ayuntamiento. El burgalés respondía a la pregunta de la Cadena SER sobre el liderato y los récords del equipo manifestando que "diré que... tendremos posibilidades de ser líderes y de ascender a Segunda B, si... solamente si, el Ayuntamiento de Aranda de Duero nos deja, cosa que hasta ahora no nos ha dejado". Llamativas declaraciones a lo que añadió que "ni nos está tratando con respeto, ni nos va a permitir luchar en las mismas condiciones que otros equipos". Unas manifestaciones en referencia a la información que adelantaba Radio Aranda el pasado jueves -Nuevo paso para que El Montecillo también acoja encuentros de rugby-. Así las cosas.
PARTE DE LA AFICIÓN PIDE "ASAMBLEA YA"
Por otro lado, un sector de la afición blanquiazul ha vuelto a dar visibilidad a sus preocupaciones ante la falta de transparencia de la actual Junta Directiva, que aún no ha presentado ningún tipo de información económica desde el pasado mes de julio. Sin asamblea y sin cuentas presentadas se encuentra la afición.
Una entidad que, por cierto, hace unas jornadas recibía notificación oficial a través del BOCyL sobre la cuantía que percibirá desde la Dirección General de Deportes, un total de 4.102,5 euros. Cifra similar a la del pasado ejercicio. Hay que recordar además, que la Diputación de Burgos también dio a conocer sus subvenciones donde la Arandina salía malparada al recibir 30.000 euros menos respecto al pasado año. 6.000 euros en 2018 por los 36.000 euros en 2017.
El colectivo de socios que pide aclarar toda esta situación ha redactado un escrito en el que pide claridad y otros muchos más puntos.
UNA ARANDINA DE LUCES Y SOMBRAS
Un grupo de socios denuncia la opacidad en la gestión de la Junta directiva que choca con el brutal arranque deportivo del primer equipo
La impecable trayectoria deportiva de la Arandina CF choca frontalmente con su inestabilidad institucional. Los excelentes resultados del primer equipo, líder del Grupo VIII, no hacen olvidar al socio que el club sigue sin dar explicaciones, ni rendir cuentas ni someter a votación ninguna de sus propuestas de presente y de futuro. Una gestión opaca, impuesta por una Junta directiva que ya en el mes de julio negó el voto a su Asamblea de socios por temor a que los directivos cesados por Pedro García, pudieran haber captado tanto voto delegado que hubieran esquivado el ‘golpe de estado’ que, incluso, podría haber creado un efecto boomerang. El compromiso adquirido desde entonces de citar nuevamente a los socios ya se ha demorado más de lo prometido.
Un grupo de aficionados y socios de la Arandina dieron un paso al frente este domingo entregando unos pasquines a la entrada de los aficionados al estadio El Montecillo con el objeto de “reclamar la celebración de una Asamblea y la presentación de cuentas y del presupuesto que, actualmente se está gestionando, y que no ha sido ni planteado y aprobado por la masa social”.
En esta línea, desde esta plataforma o grupo de socios, se explica en un comunicado muy elaborado que:
“31 de Julio de 2017. Esa fue la última oportunidad que los socios de la Arandina tuvimos para votar sobre los temas que afectan a nuestro club. También la última fecha en la que recibimos información sobre la situación económica del club.
En aquella ocasión, tres de los actuales directivos, junto a uno de los cesados el pasado mes de Junio, analizaron las circunstancias deportivas y expusieron la situación económica del club. Las cuentas, con un superávit de 16.000 € y el presupuesto para la temporada 2017-2018, fueron aprobados por los asistentes por unanimidad.
Desde entonces, por increíble que parezca, ¡El socio no ha votado! y ya han transcurrido 475 días!
Algo totalmente fuera de lo normal y especialmente grave si tenemos en cuenta que por el camino, los socios blanquiazules hemos asistido con perplejidad a:
1- Cómo una parte de la Directiva liquidaba a sus hasta entonces compañeros de Junta (entre ellos el Tesorero, el Vicepresidente Primero y el Vicepresindente Segundo) atribuyendo al Presidente funciones no recogidas en los Estatutos del Club.
2- Un ninguneo a los socios que solicitaron explicaciones sobre los cambios y pidieron información sobre la situación institucional del club.
3- Un simulacro de Asamblea en la que la Directiva se saltó a la torera su propio orden del día, en la que no se presentaron ni cuentas ni presupuesto y en la que se privó a los socios de votar cualquiera de los puntos tratados.
Un esperpento en el que los directivos se limitaron a explicar sus funciones como si de unos recién llegados se tratara y en la que se enumeraron una serie de aspectos necesarios para el crecimiento del club (una web de postín, un comercial que generaría importantes ingresos, profesionalización de la selección de los recursos humanos, transparencia, elaboración de unos nuevos estatutos, etc.) que por el momento, han quedado en promesas y buenas intenciones, excepto en el caso de las redes sociales del club, cuyos perfiles han experimentado una mejora notable.
Un circo en el que de no ser por las preguntas de los socios, no hubiéramos sabido qué estaba pasando realmente en nuestro club.
Una tomadura de pelo en la que unos señores que llevan años como Presidente y directivos (tres de ellos incluso presentaban las cuentas un año antes en el mismo edificio) nos hicieron ver que necesitaban de una auditoría para saber la situación económica del club y confeccionar el presupuesto.
Casi 4 meses han transcurrido desde entonces. Meses de incertidumbre y preocupación por la situación económica e institucional del club, aderezados por rumores de todo tipo (dimisión de un directivo, pérdida de patrocinios, salidas de algunos entrenadores del fútbol base, motivos de las destituciones, etc.) alimentados por el hermetismo que ha impuesto una directiva convencida de que la buena trayectoria deportiva del primer equipo tapará todo lo demás.
No nos conformemos con esto. Señores directivos, enhorabuena por la magnífica gestión deportiva. Por hacer una de las mejores plantillas de nuestra historia (si no la mejor). Por permitirnos tener un cuerpo técnico de otra categoría. Pero por favor, no nos priven de saber cómo está nuestro club por dentro.
Cuatro meses es demasiado tiempo para la auditoría de un club como la Arandina, para la aprobación de cuentas de la pasada temporada (necesaria para el acceso a la mayoría de las subvenciones), así como para conocer las previsiones de ingresos y gastos de la presente.
Necesitamos saber ya cuál es la situación económica y si vamos a generar ingresos suficientes para afrontar los gastos que sin duda, supone este equipazo. El socio debe aprobar el presupuesto y recuerden que ustedes, están gastando recursos sin su aprobación. Si las cosas van mal, tendrán que responder por ello.
Si están seguros de su gestión, trasladen esa seguridad al socio y no nos hagan creer que no pueden presentar cuentas y presupuestar porque les falta información. Lo contrario es asumir que el presidente y los directivos que se mantienen en sus cargos desde hace años, no se enteraban de lo que pasaba en el club, que no controlaban el estado de las cuentas o directamente, que no estaban capacitados para dirigirlo. Cualquiera de estos supuestos, les desacreditaría para continuar al frente de la Arandina”.
Esta situación se agrava con el paso del tiempo para una entidad que debe demostrar si en todas sus parcelas está a la altura de lo que está demostrando el proyecto deportivo en el campo. Habrá que esperar acontecimientos.




