La papelera del grupo Sarrió de Almazán, pendiente de las ayudas Reindus para continuar su actividad

Soria

La papelera Sarrió de Almazán tiene 93 empleos fijos, se dedica a fabricar cartoncillo para estuchería y envases de medicamentos, arrastra más de 50 años de historia pasando por diferentes nombres. Ahora necesita renovar su maquinaria, para lo que debe emplear 4 millones 200.000 euros que pretende adquirir de las ayudas Reindus, según Daniel Gutiérrez que es el portavoz del Comité de Empresa, de UGT.

Una vez publicadas las ayudas Reindus, el Grupo Sarrió competirá con el resto de empresas del país. La empresa mostraba datos negativos el año pasado “pero la bajada de salario del 15 por ciento que asumieron los empleados ha ayudado a mejorar los resultados”.

Según el sindicalista, el centenar de trabajadores de la papelera Sarrió “confía en obtener la financiación del Gobierno” puesto que, de no poder continuar su actividad, supondría una catástrofe laboral para la comarca adnamantina.

Y precisamente ayer, Raúl Blanco, secretario general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, cursó visita a la empresa papelera adnamantina, así como a Resinas Naturales, antes de ofrecer una charla sobre los pormenores de la nueva convocatoria de ayudas a la Reindustrialización. En ese sentido, se mostró “convencido de que Sarrió podrá optar a las ayudas, siempre y cuando el proyecto presentado sea viable”.

En cuanto a la convocatoria, confirmó que “ya no hay una línea específica para territorios como Soria, es un paquete global de 400 millones de euros”, que finalmente sí que ha salido adelante pese a las dudas iniciales, como consecuencia de los cambios de convocatoria, la tardía publicación de presupuestos, una sentencia pendiente por parte de la Generalitat de Cataluña, que acabó ganando, y un posterior debate en la conferencia sectorial, antes de la aprobación de las bases. Blanco, en cualquier caso, recalca la continuidad de las ayudas a la reindustrialización.